Varios gigantes de la industria automotriz alemana como BMW, Volkswagen o Porsche se han visto obligados detener la producción de algunos de sus modelos híbridos enchufables debido a la nueva homologación de consumos WLTP. Según informa Autonews, Volkswagen ha paralizado las ventas del Golf GTE, el híbrido enchufable número 2 en Europa, hasta julio de 2019, y lo mismo ha ocurrido con el Passat GTE.
Priorizan la venta de motorizaciones diésel y gasolina
Volkswagen ha priorizado así las motorizaciones diésel y gasolina de cara a la homologaciones, dejando en un segundo plano a los híbridos enchufables hasta el próximo verano. Según ha declarado un portavoz de Volkswagen, "hay un cuello de botella con las pruebas". Y ha añadido: "Tenemos que tener prioridad para los modelos de mayor volumen".
Por su parte, Porsche ha detenido las ventas y pedidos del Panamera híbrido enchufable y del SUV Cayenne híbrido, "hasta que los vehículos no se hayan fabricado", han dicho un portavoz. Lo cierto es que las versones plug-in constituyen el 69 % de las ventas de Panamera en Europa occidental, por lo que es un modelo clave para la firma.
BMW también está inmersa en el proceso de cambio del NEDC al WLTP: la compañía dice que el BMW 530e está disponible para pedidos con emisiones certificadas inferiores a 50g/km.; sin embargo el BMW 225xe Active Tourer también se puede pedir, pero con una cifra de CO₂ de 57g/km, por encima del umbral crítico de 50 g/km.
Por su parte, Mitsubishi ha adaptado el motor de su híbrido enchufable Outlander para que cumpla con la nueva normativa: el SUV tiene emisiones de CO₂ de 46g/km bajo WLTP. Según informa Autonews Europe, ha pasado de un motor de gasolina de 2.0 litros a un motor de 2.4 litros y aumentó el tamaño de la batería a 12 kWh a 13,6 kWh.
Al verse reducidas las cifras que reflejan la autonomía del vehículo -ahora son más exactas- y aumentar las emisiones de CO₂, los automóviles pueden perder beneficios impositivos ofrecidos en muchos países a vehículos de emisiones ultra bajas, como en Alemania, donde el subsidio es de 3.000 euros.
Tal y como explica la Asociación Alemana de la Industria, los híbridos enchufables tienen que pasar la prueba varias veces, cuyas emisiones de miden con cada ciclo, cada vez más largo que el anterior. Cuanto mayor sea el rango eléctrico, menores serán las emisiones de CO₂.
La medición se lleva a cabo de la siguiente manera: la batería debe estar completamente cargada al comienzo de la prueba del banco de pruebas. Inmediatamente después, los ingenieros vuelven a conectar el vehículo a un cargador. El cable, equipado con un medidor de electricidad, tiene la ventaja de que también detecta las pérdidas de energía de la batería durante la carga. Y el valor resultante se divide por el rango determinado en la prueba del banco de pruebas.