El influencer y YouTuber Jack Doherty, de 21 años, recientemente ha estrellado su McLaren 570S personalizado contra un guardarraíl bajo la lluvia. Él ha publicado su propia versión de lo sucedido, asegura que iba a baja velocidad y promete “haber aprendido la lección”: no conducirá más estos coches si llueve para evitar el aquaplaning.
Pero hay otras imágenes, que estaban siendo grabadas por su copiloto y reproducidas en directo en el momento de accidente, que muestran cómo el joven iba conduciendo a unos 100 km/h y mirando su teléfono justo antes del siniestro que les podía haber costado la vida.
Cuando quieres grabarlo todo para exculparte y consigues lo contrario
Como no podía ser de otra manera, Doherty publicó su propia versión de lo sucedido en Internet justo después del accidente, en el momento exacto en el que acuden en su ayuda y en la del copiloto. En unas imágenes totalmente surrealistas, se ve cómo el conductor parece más preocupado por grabarlo todo y registrar cómo ha quedado su coche que por su propio amigo, herido tras golpearse fuertemente la cabeza en el choque.
No contento con ello, mientras llegan los sanitarios y las autoridades, Doherty le pide que siga grabando. Porque el contenido es lo primero. En siguientes vídeos publicados, en los que desconocemos por qué va sin camiseta en plena lluvia, el YouTuber va mostrando imágenes de la limpieza tras el accidente e incluso cómo atienden los sanitarios a su copiloto, o cómo llega casa y habla con su preocupada madre.
Aunque confesamos que entre tanto ‘bro’ no hemos sido capaces de verlo todo, sí que vemos cómo su madre, le advierte de que “su forma de conducir puede provocar un accidente”. Una muestra más de que todas las madres siempre tienen razón. Él termina diciendo que la gran lección que ha aprendido tras lo sucedido es “no volver a conducir coches así bajo la lluvia”.
En el clip, el YouTuber también habla de cómo el accidente fue a velocidades relativamente bajas y se produjo como resultado de haber sufrido aquaplanning bajo la lluvia. Pero nada más lejos de su realidad paralela. Doherty no menciona ni la velocidad real a la que iba, ni que estaba usando el smartphone justo antes de la colisión, de lo que hay pruebas más que claras.
El afán de grabarlo todo y retransmitirlo en directo del YouTuber juega aquí una baza en su contra, pues el fragmento del streamig o la retransmisión en directo que iba grabando su copiloto y que sigue circulando por Internet, muestra a Doherty en primer plano mirando su teléfono justo antes de perder el control del McLaren y estrellarse contra el guardarraíl.
Jack Doherty just CRASHED his McLaren while texting and driving… 🤦♂️ pic.twitter.com/zW86DQAApq
— juju 💰 (@ayeejuju) October 5, 2024
Además, en las imágenes se puede llegar a ver el velocímetro del coche, que muestra que Doherty va por lo menos a 67 mph o unos 108 km/h justo antes de mirar el teléfono y estrellarse. Esa velocidad, en esas condiciones y probablemente con neumáticos poco adecuados, son todos los factores que contribuyen a los accidentes además de su distracción.
Aunque este vídeo no deja lugar a dudas de la temeridad del YouTuber al volante, como explica Forbes, se podría haber llegado a las mismas conclusiones mediante un examen forense de su smartphone por sí solo, incluso si el vídeo no existiera.
Y es que el análisis de los teléfonos móviles se ha convertido en una herramienta fundamental para investigar los accidentes de tráfico, sobre todo cuando se sospecha que se ha producido una distracción al volante.
Mediante la extracción de datos de un smartphone, los expertos pueden determinar qué aplicaciones iban abiertas o se iban usando en el momento del accidente, y si el teléfono estaba bloqueado o no…etc. En definitiva, pueden extraer datos que proporcionan una imagen completa de lo que iba haciendo el conductor en los momentos previos a un accidente.
Igualmente, esperemos que después de ver este vídeo, su compañía de seguros se lo retire (o aumente la prima de sus padres) o se niegue a pagar por este accidente, en el que no ha podido haber más imprudencias por parte del conductor. No sólo se pone en peligro a sí mismo, sino también al copiloto que lo acompaña y al resto de conductores de la vía.
Lamentablemente, en EEUU las multas por utilizar el móvil al volante son casi anecdóticas, pues pueden oscilar entre 25 y 1.000 dólares(22,75 y 910 euros al cambio). Si eres el tipo de conductor que puede permitirse un McLaren de seis cifras con 21 años, es probable que una multa así no suponga una gran diferencia en tu día a día. Habrá que ver si la justicia se aplica a este caso con la fuerza que merece para que realmente este conductor “aprenda la lección”.