Los simuladores de conducción son casi tan antiguos como los ordenadores domésticos. Incluso en los años 80, ya existían simuladores de competición. Cuando no podías competir en un circuito de verdad, un simulador era lo más parecido. Además, desde un punto de visto puramente lúdico no hay juego más sencillo y adictivo que el de una competición donde tienes que llegar el primero para ganar.
Este vídeo, de los genios de Donut Media, nos lleva desde un simulador primitivo, pixelado en el que la imaginación es tan importante como el propio juego para creerte en una carrera, hasta la creación más reciente, basada en los simuladores profesionales que usan las escuderías.
“Chequered Flag” fue el primero de estos juegos, allá por 1983. Podías escoger entre tres coches y tres circuitos. Era todo un lujo por aquel entonces. El tiempo pasó, la tecnología fue evolucionando, "Gran Turismo" para PlayStation revolucionó el género y todos los juegos se volvieron cada vez más realistas con nuevos y más potentes motores físicos que permiten simular daños, el desgaste de neumáticos, la climatología, etc.
Ahora, con simuladores del calibre de Project CARS y Assetto Corsa, entramos en un nivel de realismo en el comportamiento de los coches sin precedentes. Pero ojo, si bien las escuderías profesionales usan simuladores es sólo que los pilotos se aprendan los circuitos y cuales son las mejores trazadas, no son un verdadero entrenamiento. De momento, nada supera la realidad. Sal ahí fuera y conduce.