Tener el dinero suficiente para comprarte uno de esos carísimos coches de circuito homologados para rodar por carretera abierta también te da, generalmente, una vida en la que poder dedicar tiempo a jugar con tu juguete de niño mayor y salir con él a pasear por las carreteras de Krasnodar, Rusia.
Por desgracia (para ti) todo tu dinero no te da la inteligencia para suficiente para saber usar cómo y donde debes tu Ultima GTR, ni las manos para saber controlar el ímpetu de este pequeño deportivo británico con motor V8 smallblock de Chevrolet, y lo que iba a ser otro día de lucimiento en tus redes sociales va a terminar con una visita muy cara al taller.
Así pues, tras un pequeño pisotón al acelerador, el compacto bólido negro decide hacerse una excursión por la hierba subiéndose por la acera, dañando al menos las dos llantas del lado derecho (y seguro que algo más), volviendo a la carretera en sentido perpendicular y terminando su periplo contra el Volkswagen blanco justo delante de la cámara.
Una jornada que termina antes de tiempo para el Ultima GTR y su dueño, pero con el consuelo de saber que casi con total seguridad será reparado. Al menos hay que agradecer que no se llevase por delante al peatón que andaba tranquilamente y, quizá, podamos confiar en que a la próxima no cometerá el mismo error. ¿O sí?
