Torsen. Todos lo hemos oído alguna vez, pero no es el nombre de un personaje en una enésima serie de vikingos. Hace referencia a ese diferencial de deslizamiento limitado que usan los coches deportivos.
La función de un diferencial de deslizamiento limitado es la de mejorar la tracción del coche en los pasos por curva. Su funcionamiento es a la vez tan sencillo como complejo de explicar con palabras. Este es uno de esos casos en los que una imagen vale más que mil palabras, sobre todo si esa imagen se mueve, como en el siguiente vídeo.
De entrada, recordemos que todos los coches tienen un diferencial normal y corriente, también conocido como diferencial abierto. Su función es la de permitir que las ruedas del eje motriz giren a diferentes velocidades.
Sin él, el comportamiento del coche en recta y sobre todo en curva sería muy problemático. Si las dos ruedas girasen a la misma velocidad en una curva, la del exterior de la curva recorrería más distancia que la del interior obligando la del interior a patinar.
El diferencial abierto permite así una conducción más fluida, relajada y segura. El problema aparece en los coches más deportivos y potentes. Un diferencial abierto experimentará dificultades a pasar todo el par motor a las ruedas.
El diferencial de deslizamiento limitado
Con un diferencial abierto, cuando una de las ruedas motrices de un vehículo pierde tracción, todo el par motor se transmite a la rueda con menor resistencia, lo que significa que el vehículo ya no avanza, o apenas lo hace. Los diferenciales de deslizamiento limitado se han diseñado para resolver estos problemas.
Estos están diseñados de tal manera que si una rueda patina, uno de los ejes de transmisión girará más rápido que el otro. La diferencia de velocidad creará un par de fricción que frenará la rueda rápida y transmitirá el par a la rueda más lenta, permitiendo así que el vehículo avance.
La genialidad del sistema reside en que es un proceso mecánico, que no precisa de electrónica ni de sistemas hidráulicos. El Torsen trabaja de manera continua, realizando la transición de par de manera más o menos suave de una rueda a otra. Y es posible gracias a una serie de engranajes.
Así en el vídeo se ven los dos engranajes planetarios con dientes helicoidales (en el centro), los satélites que engranan con los engranajes planetarios, la caja del diferencial, la corona dentada, fijada a la caja, que engrana con un piñón conectado al eje de transmisión del vehículo. Por último, a cada lado de la caja, se encuentran los ejes de las ruedas diseñados para transmitir el par motor a las ruedas.
Los diferenciales de deslizamiento limitado los hay de todo tipo, los hay diseñados especialmente para repartir el par entre dos ejes, los hay con discos de embrague, controlados electrónicamente, etc. También existen, por supuesto, los diferenciales de bloqueo, especialmente útiles en los todoterrenos para mejorar la tracción en condiciones muy difíciles.