En el siglo XIX los primeros semáforos tenían que ser accionados mediante manivelas y sólo tenían dos luces. Hoy en día, en su versión más común son elementos de señalización fijos que constan de tres luces: verde, ámbar y rojo. Parece sencillo, pero nada más lejos, pues hay cientos de variantes en función del tráfico que regulen o del país para el que se fabriquen.
Como los smartphones, los coches y casi todo lo demás, los semáforos y su tecnología se han vuelto más complicados en los últimos años. Pero el perfil de ‘Trafficlightdoctor’, explica en vídeos muy breves de Facebook, Instagramo TikTok cómo funcionan estos y otros dispositivos.
Cómo funciona un semáforo: centenares de cables, cámaras y mucho más
Detrás de las cuentas de ‘Trafficlightdoctor’ está Steven, un técnico de semáforos y señales de tráfico de Mississippi (EEUU) que cuenta con hordas de seguidores. Algunos de sus vídeos exploran determinados aspectos técnicos de un semáforo, como por ejemplo cuánto duran sus ciclos o cómo se cambian los tiempos de las luces cuando se necesita.
Este técnico también enseña curiosidades como el intrincadísimo cableado que llevan los semáforos por dentro, cuya organización es digna del subreddit r/cableporn. Por supuesto, se encarga de que todas las explicaciones sean lo más sencillas posible, sube información de servicio y trata de desmontar falsos mitos.
Por ejemplo, en uno de sus últimos vídeos, ‘Trafficlightdoctor’ explica cómo funcionan esas cámaras que a veces se ven junto a los semáforos, que a diferencia de los denominados “fotorrojos”, no son radares, ni está ahí para pillarte si te saltas un semáforo en rojo.
Como explica ‘Trafficlightdoctor’, las cámaras que se montan sobre los semáforos son más bien similares a un sensor de movimiento. En esencia, son las mismas que tenemos en España, que fueron planeadas e instaladas en su día principalmente para la regulación y gestión del tráfico, no para la investigación policial.
“La cámara detecta el número de coches que hay en un cruce y su posición en un carril”, explica Steven, quien muestra cómo se ve y cómo se controla lo que captan estas cámaras: líneas de cuadrados que son blancos cuando están vacíos y azules cuando están ocupados.
“Si no hay nadie esperando, no sirve de nada ralentizar el tráfico que viene en sentido contrario, así que el semáforo permanece en rojo. Si hay coches esperando, la cámara indica al controlador que ponga el semáforo en verde”. “Eso no quiere decir que no existan las cámaras de semáforo en rojo, pero no son tan comunes como algunos podrían suponer”, remarca.
Hace algunos años, los tiempos de las luces de los semáforos se establecían de forma fija, pero poco a poco las autoridades se han ido dando cuenta que fijándose en el comportamiento del tráfico, sus pautas y sus variaciones y la forma de comportarse de los conductores, se puede variar la distribución de los tiempos de cada luz para mejorar el tráfico y reducir las emisiones contaminantes.
Hoy en día cada es más fácil gracias a tecnologías como la Inteligencia Artificial. Puede parecer un perfil muy de nicho o especializado, pero en realidad ‘Trafficlightdoctor’ ofrece una visión muy poco común y cercana de señales que vemos todos los días como conductores o peatones, aunque no solamos detenernos a pensar cómo funcionan o cómo son por dentro.