Bautizada como la Bulli del siglo XXI y en clave eléctrica, la Volkswagen ID. Buzz se ha presentado este año y acaba de abrir sus reservas. Pero pese a su corta vida ya hay quien se ha atrevido a aderezarla.
Se trata del especialista alemán Irmscher, que si bien ha estado especializado por tradición en modelos de Opel, hace tiempo que se abrió a nuevas marcas.
Así, este preparador viste a esta furgoneta eléctrica con un traje más radical gracias a un kit de carrocería. Pero de paso también convierte a la ID. Buzz en una furgoneta camper.
Casa con ruedas tuning
Irmscher dota a la Volkswagen ID. Buzz de un faldón delantero con labio incluido, taloneras laterales más prominentes o un nuevo alerón de techo y un escueto difusor para la zaga.
Estos aderezos se acompañan de llantas deportivas que pueden ser de 19 o 20 pulgadas y de vinilos en naranja que adornan la carrocería bitono de esta furgoneta.
Además, respecto al modelo de serie está 3 cm más cerca del suelo. Y la guinda la ponen los neumáticos, con el perfil en blanco, que aportan un buen acento retro.
El especialista afirma que estos nuevos elementos han sido desarrollados y puestos a punto en el túnel de viento, mejorando la aerodinámica de esta furgoneta eléctrica. Y también se han optimizado para que dañen lo menos posible a un peatón en caso de atropello.
Más allá del traje, Irmscher se adelanta a Volkswagen haciéndola mutar a furgoneta camper. La bancada trasera se extiende convirtiéndose en cama, y bajo ella añade un módulo bautizado como i-Box.
Se trata de un gran cajón que se despliega desde la zaga, dispone de un pequeño fregadero, cocina a gas con dos fuegos o una nevera. Y la firma germana presume de que se puede montar o desmontar en unos 10 minutos. El precio de este módulo camper arranca en los 3.000 euros.
Un precio parejo al del kit de carrocería, que hace lo propio en unos 3.500 euros. Por su parte, las llantas superan los 2.000 euros.