Tesla ha batido un nuevo récord de entregas y ha firmado nada menos que más de 240.00 vehículos entregados y más de 237.000 fabricados en el tercer trimestre del año.
La firma californiana ha sabido capear la crisis de semiconductores con un aumento de las entregas del 73 % de julio a septiembre en comparación con el mismo periodo de 2020. Mientras tanto, Volkswagen ha hecho pública su preocupación por no poder seguir el ritmo de producción de rivales como Tesla.
"Tenemos que aceptar la nueva competencia"
Mientras que del Model S y Model X la producción ha sido de menos de 9.000 unidades, del Model 3 y del nuevo Model Y se han fabricado 228.882 unidades y se han entregado 232.025 unidades.
El aumento de las exportaciones a Europa y la introducción de un Model Y más barato han ayudado a impulsar la producción de Tesla mientras sus rivales en EEUU, como Honda o General Motors han experimentado caídas en las ventas de hasta un 33 % en el caso del gigante de Detroit, de acuerdo a datos recogidos por Reuters.
"Gracias a nuestros clientes por su paciencia mientras trabajamos a través de los desafíos logísticos y de la cadena de suministro global", ha dicho Tesla en una escueta nota de prensa con los resultados.
Parte de 'culpa' de este éxito la ha tenido el nuevo proceso de producción del Model Y: tras fabricar mediante el proceso de fundición a presión toda la zaga del Model Y en una sola pieza, Tesla fabrica ahora también todo el frontal de una sola pieza.
En este escenario, desde las altas esferas de Volkswagen han elevado su preocupación ante una pérdida de terreno en cuanto a productividad. En declaraciones recogidas por Business Insider del presidente del consorcio, Herbert Diess, se ha anunciado un plan para hacer despegar la planta de Wolfsburgo:
"Tenemos una gran responsabilidad en esta ubicación", ha asegurado Diess. De momento a la marca alemana le está yendo bien en su mercado natal, pero no en otros como el chino.
Diess también se ha mostrado realista: "Tenemos que aceptar la nueva competencia". De acuerdo con esto, se deben demoler los edificios antiguos y construir nuevas naves de producción para hacer más eficientes los procesos.
Y no solo está perdiendo terreno ante Tesla y su nueva Gigafactoría: los fabricantes chinos cada producen más rápido y más barato, y modelos como el Volkswagen ID.4 o ID.3 no pueden seguirles el ritmo.
Para conseguir ese impulso en Wolfsburgo, el Proyecto Trinity deberá llevar a la planta "a un nuevo nivel competitivo, tiene que revolucionarla. Incluso con nuevos procesos", ha dicho el CEO de la marca, Ralf Brandstatter.
La planta alemana de Zwickau, que solo fabrica coches eléctricos, inició la producción a finales de 2020, al igual que las plantas chinas en Anting y Foshan.
Juntas, estas cuatro plantas prometen una capacidad máxima de producción de más de 900.000 vehículos al año. Las siguientes serán las plantas de Emden, Hanover y Chattanooga (EEUU).
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