El polémico sistema Autopilot de Tesla, y las características de su versión mejorada o Full Self-Driving (FSD) siempre ha sido una de las tecnologías de las que Elon Musk saca pecho. Pese a que es un mero sistema de asistencia a la conducción y no permite que los Tesla se conduzcan solos (tal y como prometió en su día el CEO de la marca) vuelven a estar bajo la lupa.
Como muestra una supuesta captura de un mail del propio Musk, compartida por el usuario @Wholemarsblog en la red social antes conocida como Twitter, al menos en Norteamérica ahora el personal de Tesla está obligado a instalar y enseñar cómo funciona esta tecnología de asistencia al conductor a los compradores antes de entregar los coches.
"Sé que esto ralentizará el proceso de entrega”, dice Musk
this is one of three emails from Elon last night
— Whole Mars Catalog (Supervised) (@WholeMarsBlog) March 25, 2024
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Si la captura del supuesto mail de Elon Musk es genuina, sobre este nuevo requerimiento para la compra de un Tesla, el CEO afirma que “esto ralentizará el proceso de entrega, pero no deja de ser un requisito estricto”. Por el momento esta formación sobre la última versión del FSD (V12.3.1) sería obligatoria en Norteamérica, uno de los principales mercados para la marca.
Además, el fabricante de automóviles regalará un mes de prueba del sistema a los clientes existentes y nuevos en EEUU. “Todos los coches de EEUU que con capacidad para equipar FSD se habilitarán para una prueba de un mes esta semana”, ha confirmado el propio CEO de Tesla, Elon Musk, en un post de su plataforma X.
Hasta ahora, los conductores de Tesla que forman parte del programa de pruebas de la marca y reciben actualizaciones de software periódicas actuaban “como ingenieros de prueba no entrenados”, y aún así han encontrado innumerables problemas con la versión más completa del Autopilot.
Entre otros, que los vehículos se han llegado a dirigir hacia el tráfico en sentido contrario, saltarse semáforos e incluso hacer giros ilegales, como han reportado varios de ellos.
La propia Administración Nacional de Seguridad en el Transporte por Carretera (NHTSA) estadounidense ha tenido que llamar a revisión varias veces cientos de miles de vehículos Tesla con Autopilot mejorado o Full Self Driving (FSD) para actualizar su software, por considerar que “no cumple con las leyes de seguridad vial y podría causar accidentes”.
El resto de compradores, debían aprender a usar el Autopilot y su versión más completa por sí mismos, siempre que lo tuvieran activado. Y es que todos los Tesla Model X, S e Y lo llevan instalado desde hace años, aunque sólo se activa si pagas (y si vendes el coche lo desactivan hasta que el nuevo dueño vuelva a pagarlo).
Hemos de recordar que el Autopilot, aún en su versión FSD, es un sistema de asistencia a la conducción de nivel 2 SAE que, sin desmerecer su tecnología, no deja de ser un avanzado control de crucero semiautónomo que puede regular aspectos como la dirección y la velocidad del coche, pero siempre bajo la supervisión del conductor (además, requiere que este mantenga las manos en el volante con frecuencia).
Ni mucho menos permite que el coche se conduzca sólo, por lo que el Autopilot FSD sigue a la cola de los sistemas de Mercedes-Benz u Honda, que ya han comenzado a comercializar en sus coches tecnología de nivel 3 o incluso tienen ya en marcha sistemas de nivel 4.
Un sistema que cuesta más de 11.000 euros y que sigue teniendo publicidad engañosa
Aun así, la compañía sigue afirmando en su publicidad que con este sistema “su coche será capaz de conducir por sí mismo casi en cualquier lugar con una intervención mínima del conductor y mejorará continuamente”.
Que ahora el personal de Tesla esté obligado a instalar y mostrar cómo funciona esta tecnología de asistencia al conductor antes de entregar los coches a los compradores en Norteamérica, puede verse como una garantía de seguridad o como todo lo contrario, pues hay quien puede pensar que si un sistema o una tecnología no es complicada de usar y funciona correctamente, como promete, no necesitará ningún tutorial o formación específica.
La medida también podría ayudar a “justificar” ante los compradores el coste del Autopilot FSD, que Tesla vende por 12.000 dólares (poco más de 11.000 euros al cambio). Según Bloomberg, que ha accedido a un memorando interno de Tesla en el que Musk comunicaría a sus empleados cómo han de procedes a partir de ahora, los trabajadores “también tendrán que realizar comprobaciones en cualquier vehículo que se devuelva del servicio técnico”.
Estas directrices parecen mostrar cómo Tesla podría estar cogiendo por fin las riendas de una tecnología que, para la marca, es una importante fuente de ingresos y un imán para la polémica al mismo tiempo.