Ya estamos hechos a que Goodyear nos sorprenda en el Salón de Ginebra cada año con alguna de sus ocurrencias futuristas que, más allá del impacto visual, llaman la atención sobre las tecnologías necesarias para la movilidad del futuro. Y en esa senda siguen los de Ohio, en esta ocasión con el Goodyear AERO, un neumático dos en uno para coches voladores autónomos.
No, hoy no es 28 de diciembre ni 1 de abril.
El director de Tecnología de Goodyear, Chris Helsel, defiende el neumático para coches voladores autónomos con la convicción de que “las compañías de movilidad” ya van detrás de encontrar “en el cielo la respuesta a los desafíos del transporte urbano y la congestión”, así que la firma de neumáticos se ha puesto a quemar rueda buscando respuestas a las necesidades que puedan tener los coches voladores.
Un neumático que, puesto en el cielo, es un sistema de propulsión a modo de hélice
Una vez superadas las risas, entendamos que Goodyear quiere promover un debate sobre el papel de los neumáticos y las tecnologías del transporte en los tiempos de la movilidad que nos va a tocar acometer en un futuro. ¿Veremos coches voladores? A saber... Pese a los augurios de mediados del siglo XX, que decían que en el siglo XXI volaríamos, estamos en 2019 y, salvo excepciones, por aquí andamos. Caminando. Con los pies en el suelo.
Y con los pies en el suelo hay que tener en cuenta que Goodyear aprovecha estas ideas como banco de trabajo para investigar en nuevas tecnologías que luego realmente se puedan llevar a esas cosas negras y redondas que llevamos en los coches de verdad.
Entre las características del Goodyear AERO están:
- Diseño Multimodal. El AERO es un concepto multimodal de rotor de inclinación. El mismo neumático es un tren motriz que transfiere y absorbe fuerzas hacia y desde la carretera en una orientación tradicional, y luego pasa a ser un sistema de propulsión de avión cuando se le cambia la posición.
- Estructura no neumática. Salta a la vista que el Goodyear AERO es un mal llamado "neumático", una cubierta sin aire lo suficientemente flexible como para amortiguar los golpes cuando se conduce en la carretera, y lo suficientemente fuerte como para girar a las velocidades que necesita un rotor para crear elevación vertical. Habíamos visto desarrollos parecidos en Polaris, Michelin, Bridgestone y Toyota, pero hasta la fecha esos neumáticos sin aire no servían a modo de hélice.
- Propulsión magnética. Aquí, una idea reciclada del Eagle-360 de 2016, sólo que aplicada a los coches voladores. Según Goodyear, la fuerza magnética permitiría conseguir altas velocidades de rotación en el suelo, y levantar un vehículo en el aire y propulsarlo hacia adelante cuando las ruedas se inclinan.
- Detección óptica. El Goodyear AERO utiliza sensores de fibra óptica basados en la luz para monitorizar las condiciones de la carretera, el desgaste de los neumáticos y la integridad estructural del mismo. Esto es algo que entronca con el proyecto de Goodyear para gestionar flotas de transporte.
- Inteligencia Artificial. No podía faltar en este prototipo una mención a la IA. La información de los sensores del neumático, los datos de las comunicaciones vehículo a vehículo y vehículo a infraestructura nutren al procesador de IA, que identifica y soluciona los posibles problemas relacionados con los neumáticos antes de que sucedan. Si esto no es inteligencia, yo ya no sé.
Todo esto, resumido en vídeo, queda así:
Y de la lista de características, la estructura no neumática y las capacidades inteligentes para neumáticos forman parte de la agenda realista de la marca, mientras que otras ideas podrían, según afirma el fabricante de neumáticos, convertirse en la base de nuevos desarrollos de cara al futuro.
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... pero ninguno de esos proyectos lleva hélices en las ruedas como los neumáticos para coches voladores autónomos Goodyear AERO. Aprendices...
