A veces las marcas son poco creativas a la hora de crear su imagen y acaban entrando en litigios para demostrar que ellos fueron los primeros en dar con un diseño o un nombre. Los últimos que han acabado así son dos pesos pesados de la industria automotriz: General Motors ha demandado a Ford por el nombre de su sistema de conducción autónoma.
Y es que la firma del óvalo no ha sido muy original a la hora de renombrarlo: Super Cruise frente a BlueCruise.
Una demanda "injustificada y frívola"
Según ha publicado Bloomberg, General Motors quiere proteger sus marcas Cruise y Super-Cruise ante la estrategia de Ford de cambiar el sistema de conducción semiautónoma de Co-Pilot360 a BlueCruise.
Ford se ha defendido alegando que la palabra 'cruise' alude al control de crucero y que es genérica para definir este tipo de ayudas a la conducción, considerando que las demanda de General Motors es sin "injustificada y frívola".
Por su parte, el fabricante capitaneado por Mary Barra ha alegado que "si Ford quisiera desarrollar una marca nueva y única, fácilmente podría haberlo hecho sin usar la palabra 'Cruise".
Lo cierto es que General Motors lleva comercializando su sistema de conducción semiautónomo desde 2017, estrenándose en el Cadillac CT6, y posee de forma mayoritaria una start-up de coches autónomos llamada Cruise LLC.
Por su parte, Ford presentó BlueCruise en abril, una tecnología denominada "manos libres" que Ford identifica con un nivel 2 SAE y que se basa en el control de crucero adaptativo inteligente con 'Stop-and-Go' de la marca.
La función permite que un conductor 'sea conducido' sin necesidad de usar las manos en las carreteras llamadas Zonas Azules de Manos Libres de EEUU.
Su despliegue se producirá, previsiblemente, a finales de año en Estados Unidos, y los afortunados en estrenarlo serán los propietarios del Ford F-150 2021 y Mustang Mach-E 2021.
Eso, si gana a General Motors en los tribunales.
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