Avanzamos. Desde el GPS, una voz femenina con el timbre propio de una rubia de bote, nos dice:
en VEINTE y “uno” ¿kilómetros? Manténgase* a la % DERECHA!!!
Por la entonación, no terminamos de entender bien si la frase es una pregunta, una orden, una afirmación o ¿qué?, y si el aparato es nuevo, pasarán algunas semanas hasta que nos acostumbremos a escuchar sin partirnos de risa, sus mensajes “rompecabeza” construidos palabra a palabra.
Nos acercamos a nuestro destino, pero antes debemos atravesar una zona recientemente urbanizada, un barrio nuevo. La octava calle (tal vez en el futuro terminará llamándose “Carrer de Pep Guardiola” o “Avenida Rafael Nadal”) no aparece en nuestro mapa, aunque es claramente el camino más corto.
Nuestro GPS “cree” que estamos en el medio del campo, al mas puro estilo Dakar, e insiste una y otra vez : cambie!!! de ¿sentido? DONDE “sea posible”; lo repite tanto que me quedo esperando que en cualquier momento me suelte un insulto.
¿Puede un GPS ser infalible, y conocer todas las rutas? Detrás de esta cuestión están dos grandes empresas: Navteq y Tele Atlas, los únicos proveedores de mapas digitales que tienen cobertura total en América del norte y Europa.
La respuesta además, implica trabajadores, coches y furgonetas equipadas con cámaras, equipo informático y herramientas de mapeo; y a miles de usuarios que cada día ingresan a la web de estas empresas para actualizar la información: cambios de sentido por obras, cierres o calles nuevas, u modificaciones que pueden ser reportadas.
Esta situación de “duopolio” es el resultado de los altos costes y el tiempo requerido para elaborar un mapa digital navegable correctamente. La lucha es cuerpo a cuerpo, y cada uno busca la forma de ofrecer mejores servicios.
Hace días, Tele Atlas anunció con gran pompa, un acuerdo con el portal hotelero Hotel Reservation Service (HRS), por el cual la compañía belga incorporará a su cartografía información sobre más de 230.000 hoteles, brindando así un servicio añadido. Y es que dentro de las estrategias de estas empresas, el añadir más cobertura mundial, y “extras” que permitan asociar servicios a su información, es sinónimo de crecimiento y facturación.
Seguramente las marcas asociadas a Tele Atlas de mayor renombre son Tom Tom Go y Blaupunkt. La empresa centra buena parte de su estrategia en la información sobre Puntos de Interés (POI) y comercializa las actualizaciones de los mapas a distribuidores pero también directamente a usuarios.
En su expansión, un paso muy importante fue la compra en el año 2004 de la norteamericana GDT (Geographic Data Tecnology), que entonces ya contaba con una buena trayectoria como proveedor de mapas para aplicaciones empresariales y del sector público de EEUU. Contribuyen también a su crecimiento permanente, la firma de convenios que le permiten aumentar su cobertura –actualmente de más de 200 paises–, como el realizado con Datamap para Argentina.
Por su parte, la norteamericana Navteq provee sus mapas a los navegadores que llevan los BMW, Chrysler, Dodge y Mini; y a los dispositivos Airis, Belson, Mitsubishi y Motorola. Es subsidiaria de Nokia, aunque funciona de manera independiente.
La actualización de mapas
Una vez realizados, la tarea más requerida es la de mantener al día los mapas. Según un informe de Tele Atlas de comienzos de año, la red vial española cambia anualmente la configuración de calles y carreteras en un 20%, debido a obras y a la planificación urbanística. Más allá de los datos aportados y las estadísticas propias de cada ciudad, lo que queda claro es que es necesaria una permanente revisión que abarque todos los cambios de sentido de calles y avenidas –los mas numerosos en las estadísticas– , los cierres por obras, las modificaciones o nuevas prohibiciones de giro (por nuevas ciclo vías o ampliación de líneas de tranvías), así como las nuevos nombres de calles o los kilómetros de nuevas carreteras que se agreguen a los existentes.
El problema es que una vez relevada la información de una zona determinada, lo normal es que la furgoneta de la empresa no regrese a esa zona, o lo haga después de mucho tiempo, por ejemplo, tres años.
Por esto, ambas empresas cuentan con la participación activo de los usuarios en esta tarea. Tanto el “Navteq map reporter” de la norteamericana como el “Map insight” de Tele Atlas, son sistemas desarrollados para que desde sus página web, los interesados puedan informar sobre modificaciones a realizar en sus respectivos mapas GPS.
De esta manera, estos “colaboradores espontáneos” realizan un trabajo que muchos consideran debería ser exclusivo de las empresas, ya que parte de su negocio reside también en la venta de actualizaciones de sus mapas. Pero está claro que una persona que viva en un barrio recién construido, no tendrá problemas en colaborar, consciente de que sus amistades tendrán un problema a la hora de hacerle una visita si su calle no aparece en los mapas…
Tal vez el futuro tenga que ver con dispositivos que permitan a cada usuario enviar “in situ” desde su navegador, las modificaciones a realizar en caso de que su mapa no coincida con el lugar en que se encuentre. Pero todavía falta un tiempo para eso, y desarrollar un complejo sistema de comprobaciones para este nuevo caudal de datos que se generaría. Así que ya sabes: si no tienes actualizado tu GPS, no te enojes si en tu próximo viaje quieres ir al Bernabeu y terminas en el Calderón.