Volkswagen ID.3

Hemos conducido por primera vez el nuevo Volkswagen ID.3, el coche eléctrico que estrena una nueva era en la marca alemana. Estas son nuestras primeras impresiones.

El nuevo coche eléctrico de Volkswagen se somete a dos pruebas de conducción real en autovía, a velocidades de 90 km/h y 120 km/h, y arroja una autonomía de 413 y 271 km respectivamente. Esta versión homologa 420 km.

El fallo ya ha sido arreglado, pero ha permitido a algunos usuarios experimentar la carga en la red de Tesla.

Se trata de un encuentro que tuvo lugar el pasado 3 de septiembre y que Volkswagen ha hecho público ahora a través de sus redes sociales mostrando un vídeo del contacto de Musk con el coche eléctrico alemán.

También hemos sabido que el Porsche Taycan equipará los neumáticos Ventus S1 evo 3 ev de Hankook, con un proceso especial de vulcanizado que los hace más resistentes y mejoran la sonoridad en el habitáculo.

La fábrica de Volskwagen en Zwickau, en Baja Sajonia, Alemania, ha visto salir de su línea de ensamblaje a su último coche de combustión: la séptima generación Golf R Estate.

¿Sería razonable una versión más radical del Volkswagen ID.3? Pues lo cierto es que sí. Seguramente.

La curva de carga es tan importante en un coche eléctrico como lo es su autonomía.

Volkswagen ha comenzado a vender e instalar el ID.Charger, el cargador para coches eléctricos asociado al Volkswagen ID.3, que, paradójicamente, no llegará a las carreteras hasta después del verano.

Volkswagen ya no puede esperar más. Las primeras entregas se harán un año después de su presentación.

En un evento virtual celebrado con la prensa, Volkswagen ha desvelado las combinaciones de colores que podrán escoger los potenciales clientes.

Todos los socios minoristas de Volkswagen han firmado un acuerdo para cambiar su modelo de venta: a partir del mes que viene los concesionarios Volkswagen en Alemania -de momento- no serán el principal medio para vender la familia ID.

El pasado 23 de abril Volkswagen reanudó la producción del coche eléctrico en su planta de Zwickau, en Alemania, después de casi un mes de parón debido al coronavirus.

El cockpit ofrece un funcionamiento más intuitivo, con los mandos muy a mano (la palanca de cambios se sitúa a la derecha del volante) y un sistema de realidad aumentada que se proyecta en el parabrisas.

Algo menos de 30.000 euros para la versión de acceso puede parecer caro, pero no lo es tanto cuando coches eléctricos más pequeños cuestan lo mismo.