Zenvo Automotive se fundó con el único propósito de fabricar un auténtico supercoche, superdivertido, superpotente y superexclusivo. Desde que se presentó el primer prototipo en 2004 han pasado sólo cuatro años, y su criatura, el Zenvo ST1, está a punto de iniciar su vida comercial. Le vaticino una vida extremadamente corta, sólo hay que fijarse en que van a fabricar 15 unidades.
Se trata de un biplaza con motor central y propulsión trasera cuyo diseño parece haberse inspirado mucho en el Audi R8, Nissan GT-R y el Batmóvil. Al igual que el Bugatti Veyron tiene un motor de alta cilindrada, solo que el de la herradura tiene el doble de cilindros, tres turbos más y cuatro veces más válvulas, entre otras cosas.
El motor es un 7.0 V8 16v con “TSI”, es decir, sobrealimentación combinada de compresor y turbocompresor. Su fuerza bruta, 1.430 Nm, se entregan a un régimen de 4.500 RPM. Como cabía esperar, la fuerza va a las ruedas traseras, calzadas con enormes rodillos neumáticos Michelin de medidas 335/30 R20; los delanteros son 255/35 R19, ambos con código Y de velocidad.
El precio será astronómico, pero voy a daros datos para convenceros y haceros sufrir. Este bólido pesa sólo 1.376 Kg, como un compacto, pero tiene una potencia de 1.104 CV, es decir, 800 CV/tonelada. Eso es una animalada. El 0-100 lo hace en sólo 3 segundos, sólo medio segundo más que el Bugatti Veyron. Su velocidad de vuelo máxima es 375 Km/h, autolimitada.
De consumos y emisiones no dicen nada, pero con sólo 69 litros de depósito su autonomía no creo que llegue ni a 400 Km. La transmisión es manual de seis velocidades, y aunque tiene control de tracción y frenos ABS (al ser un superdeportivo puede no llevarlos) imagino que hay que ser muy habilidoso para conducir este cohete con ruedas.
Pese a ser un coche tremendamente prestacional y emotivo, tiene concesiones al uso diario y al confort. Radio-CD con MP3, cuero y alcántara, dirección asistida, navegador, visor HUD con medidor de fuerzas G (como el Corvette), piloto automático control de crucero, ajuste eléctrico de los asientos, luces de xenón, etc.
Opcionalmente, para los clientes más radicales, y no hablo del Chivi, tiene en opción frenos cerámicos más potentes, caja de seguridad con cinturones de cuatro puntos, cuero pintado al gusto… Si por lo que van a pedir por él, como si lo quieres de color rosa, el cliente siempre tiene la razón.
Al igual que las galletas con mantequilla es un producto 100% holandés danés. Alguno pensará que están locos para sacar ahora un modelo como este, en plena crisis económica, pero hay que tener presente que siempre va a haber 15 zumbaos capaces de gastarse cientos de miles de euros en un supercoche.
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Fuente | Zenvo Automotive
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