El protagonista de este artículo es uno de los 30 RUF CTR3 concebidos por la firma alemana y uno de los siete con especificación Clubsport. Estamos pues hablando de un superdeportivo muy exclusivo y que acaba de estrenar nuevo dueño. El precio fijado en su anuncio era de 710.000 libras, que al cambio son cerca de 785.150 euros.
El que era su propietario hasta esta semana reside en Madrid y lo puso a disposición del mejor postor a través de RM Sotheby's. Así, estaba entre las joyas que se subastaron a finales de octubre en Londres, pero nadie pagó lo que se solicitaba por él.
Como es habitual, RM Sotheby's lo mantuvo a la venta por la mencionada cifra de 710.000 libras y un afortunado acaba de hacerse con sus servicios, aunque, al ser una venta particular, la casa de subastas no publica la cifra definitiva por la que se ha vendido. Pero se entiende que, aunque haya aplicado una rebaja, habrá superado los 700.000 euros.
No en vano, su anterior y primer dueño lo adquirió por 1,1 millones de euros y está prácticamente nuevo, con muy pocos kilómetros recorridos. En la operación y con el precio al que estaba fijado ya habría perdido más de 320.000 euros...
Menos de 1.500 km recorridos
Más allá de los pormenores de su venta, vamos a centrarnos en esta joya que es una de las creaciones más salvajes concebidas en los cuarteles de RUF. No se trata de una preparación sobre un Porsche 911: el RUF CTR3 es una bestia de creación propia con una arquitectura específica desarrollada por la marca germana junto a Multimatic, firma que produce el actual Ford GT.
Así, no estamos ni de lejos ante un 911 aunque lo parezca: del modelo germano sólo conserva los inconfundibles faros, la estructura central del habitáculo y el bloque motor.
En este RUF CTR3 Clubsport, como ocurre con el resto de los RUF CTR3, la carrocería, diseñada para ser lo más estable posible a elevadas velocidades, está concebida en fibra de carbono y kevlar. Además, para su construcción también se recurrió a materiales como el aluminio o el acero y dispone de una jaula tubular para añadir un extra de seguridad en caso de impacto.
Respecto al Porsche 911 su batalla se alarga unos 28 centímetros, a fin de alojar el propulsor en posición central trasera. Un corazón que es un boxer de seis cilindros y 3.8 litros de la firma de Stuttgart, pero con componentes específicos RUF, como por ejemplo la culata o los pistones.
Aderezado con dos turbos KKK su entrega se eleva a unos estratosféricos y redondos 777 CV y el par a los 980 Nm a 4.000 rpm. Así, y parando la báscula en los 1.360 kg, sus prestaciones son de infarto: acelera desde parado a los 100 en 3,0 segundos y su velocidad máxima es de 380 km/h. Su relación peso potencia es 1,75 kg/CV.
En el menú también encontramos una suspensión delantera MacPherson, la misma que equipaba la generación 997 del Porsche 911, mientras que la trasera es multibrazo y diseñada por RUF.
Y en concreto, esa unidad del RUF CTR3 Clubsport, con número de chasis W09BM0388JPR06022 y que ya cuenta con nuevo propietario, fue uno de los últimos fabricados por la marca germana, vistiendo su carrocería en verde roble (Oak Green). Para más señas, fue la unidad que RUF exhibió en el Salón de Ginebra de 2018 junto al SCR.
Los asientos deportivos en fibra de carbono están tapizados en cuero negro, en combinación con tartán verde y con acentos en marrón y blanco. Y para añadir más exclusividad está firmada por el mismísimo Alois Ruf Jr, dueño de la compañía germana.
Tras dos años en manos del afortunado que lo estrenó, y que ha recorrido con él menos de 1.500 kilómetros, ahora ha pasado a un nuevo dueño que podrá disfrutar de sus mieles.
Fotos: RM Sotheby’s.
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