Hace unos días Javier Costas nos contaba todos los detalles del GTA Spano, el coche super deportivo español más potente de cuantos han existido. 780 caballos que se pueden ampliar hasta 840 usando bioetanol, 1.350 kilos de peso y una línea exterior que poco tiene que envidiar a muchos de los mejores superdeportivos del mercado.
Su precio es de 600.000 euros, y solo se fabricarán 99 unidades, todas ellas en Ribaroja. Hace un par de fin de semana, paseando por el paddock del Circuito de Cheste me encontré con una unidad del GTA Spano. La primera vez que lo vi fue de casualidad, ya que el coche estaba escondido en un box para su presentación al día siguiente el la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Pero como yo soy así, decidí “inmiscuirme” un poco y tratar de verlo más de cerca. Por desgracia el box estaba cerrado, y el ángulo de cámara que tenía desde el box de al lado no era precisamente el idóndeo. Me fijé en sus formas, sobre todo las de la parte delantera que era la que tenía más a tiro.
Creo que todos estaréis conmigo en que el frontal del GTA Spano tiene una cierta semejanza al Ferrari F430, sobre todo en la forma de las ópticas. De echo conmigo estaba un amigo que no sabe precisamente mucho de coches, y me dijo “un Ferrari blanco”.
Pensé que esa era la única imagen que iba a tener del GTA Spano, y que era una imagen mental que no iba a poder compartir con vosotros. Pero al día siguiente me encontré el box dónde se encontraba el GTA Spano completamente abierto, así que no lo dudé ni un momento.
El coche tenía la parte trasera levantada, y se veía perfectamente el motor como podéis apreciar en las fotos. La trasera, al contrario de lo que pasa con la parte delantera, no se parece prácticamente a ningún coche que haya visto hasta el momento.
El motor V10 de 8.3 litros de cilindrada va situado en una posición muy adelantada, justo detrás de los asientos de los pasajeros. Posiblemente este emplazamiento esté pensado para conseguir un reparto de pesos óptimo, pero no quiero ni pensar en el calor que debe desprender un motor de ese tamaño por muy bueno que sea el aislamiento con el habitáculo.
Detrás del motor, y justo encima de este, hay un espacio que podemos considerar un maletero, aunque perfectamente podría tratarse de una bandeja negra normal y corriente debidamente encajada. La capacidad parece bastante grande, aunque evidentemente este no es uno de los puntos importantes en un superdeportivo como este.
Eso si, si tienes frío es posible que el jersey que lleves ahí guardado esté calentito cuando te lo quieras poner.
Sin prisa pero sin pausa me fui desplazando hacia la parte de delante, viendo como la parte trasera del coche baja de forma suave para acabar en un alerón que queda bastante integrado en la trasera a pesar de sus grandes dimensiones.
El habitáculo nos esperaba con la ventanilla abierta, para que pudiesemos meter la cabeza sin miedo. Aunque me imagino que se trata de una unidad de pre-serie, lo cierto es que el aspecto general del salpicadero y de los mandos que allí se encontraban poco tenía que envidiar al de algunos de los coches más deportivos del mercado.
De todas formas también noté que algunos materiales plásticos no daban la impresión de tener la calidad que se espera en un coche de 600.000 euros.
Me gustaron mucho un par de cosas que a veces echo en falta cuando he tenido oportunidad de probar algunos coches deportivos. Por un lado el volante, de diámetro pequeño, con las formas para los dedos gordos bien marcados y un aro gordo. Por otro lado la palanca de marchas, muy alta desde la consola central y que queda muy cerca del volante, para poder hacer los cambios rápido cuando los 780 caballos nos lo piden.
Entonces tuve la ocasión de ver el frontal con más calma, y las impresiones que había tenido el día anterior se confiraron. La parte delantera se parece mucho a la del Ferrari F430, algo que no es malo porque para mi gusto es uno de los coches más bonitos que ha fabricado la marca de Maranello en los últimos años.
En las ópticas delanteras, las pequeñas luces de leds están muy bien integradas, siguiendo el perfil de la parte de abajo y los interiores de las luces. Lo que también pude apreciar es que algunos detalles de acabados, como la junta entre el maletero delantero y las aletas laterales no eran muy finas. Seguramente en el modelo de producción esto cambie radicalmente.
Cuando me quise dar cuenta y dejar de sucumbir a los encantos de este precioso coche fabricado en España, el box se había llenado de curiosos que no dejaban de fijarse en todos los detalles del coche. Sabía que la puerta del box se iba a cerrar de un momento a otro, porque los responsables del coche se estaban empezando a poner nerviosos, algo lógico teniendo en cuenta que posiblemente se trataba de la única unidad existente hasta el momento.
Tuve ocasión de hacer un par de fotos más del coche, una del interior desde el puesto del conductor con la puerta abierta y otra del detalle del logotipo Spano situado sobre la entrada de aire delantera.
Comenzaron a echarnos del box y mirando hacia atrás me despedí del GTA Spano. Un coche que seguro dejará bien arriba a nuestro país entre ese selecto grupo que forman los superdeportivos de lujo.
En Motorpasion | GTA Spano, 780 CV made in Spain
