Una persona que el pasado sábado sufrió un accidente, afortunadamente sin consecuencias, relata en su blog la experiencia de volver a nacer.
Me parece especialmente interesante, porque su relato nos hace recordar que, por muy buenos conductores que seamos, nunca estamos a salvo de sufrir un accidente mortal, ya que no podemos controlar lo que hagan los demás conductores.
Y sobre todo me quedo con una frase, que creo que vale más que cualquier anuncio de TV:
¿Qué nos ha salvado?– Uno de los factores más importantes: EL CINTURÓN, de no llevarlo posiblemente hubiéramos salido lanzados por la ventana.
El otro dato con el que me quedo es con el causante del accidente: un anciano de 83 años con problemas de visión y sin gafas. Quizás sea por una mala experiencia personal, en la cual casi tengo un accidente provocado por una persona así, pero lo cierto es que creo que hay demasiada manga ancha con esta gente. No salen en anuncios de la DGT, no se les considera peligrosos porque van despacio y la gente se ampara en el respeto hacia las personas mayores y el intento de ayudarlas para permitirle cosas que, en el tema de la seguridad vial, no se deberían permitir, sin excepciones.
El relato completo, de lectura obligatoria: He vuelto a nacer.
Vía | El blog de Javier Costas