Cuando habíamos conseguido limitar al mínimo el uso de las pilas en nuestra vida, con las ventajas que eso conlleva desde el punto de vista medioambiental, debemos ir pensando en volver a familiarizarnos con ellas por culpa de las luces V16 conectadas.
Para cumplir con los requisitos de la DGT, las luces V16 conectadas deben tener una fuente de alimentación autónoma. Los fabricantes están optando por las pilas, pero todas tienen una duración limitada, por lo que tendremos que estar pendientes de cambiarlas o cargarlas cada cierto tiempo.
Todavía no hay luces V16 conectadas con una batería interna que puedan recargarse
Si te paras a pensar cuántos aparatos electrónicos de los que utilizas en el día a día llevan pilas, lo más probable es que puedas contarlos con los dedos de una mano. Con el paso del tiempo, las pilas han ido perdiendo protagonismo porque la mayoría de cosas funcionan con batería recargable, pero ahora van a recuperar parte del terreno perdido gracias a las luces V16 conectadas.
El 1 de enero de 2026, todos los conductores españoles tendremos que utilizar las luces V16 conectadas con geolocalización en caso de avería o accidente. De momento, todas las luces V16 que puedes comprar llevan pilas, y ninguna dura eternamente, por lo que tendrás que añadir esta cuestión a tu lista de preocupaciones.
Para que una luz V16 conectada esté homologada por la DGT y aparezca en su lista oficial, debe cumplir todos los requisitos que estipula este organismo que depende del Ministerio del Interior. Uno de ellos tiene que ver con su alimentación, es decir, con la fuente de energía que las permite funcionar:
“La alimentación del dispositivo será autónoma a través de una pila o batería que deberá garantizar su uso al cabo de 18 meses. Se considerará que los dispositivos que utilicen una batería recargable y siempre que la carga del mismo se pueda realizar en el propio vehículo cumplen con este requisito”.
Este requisito deja claro que la luz V16 conectada no puede depender de un enchufe para funcionar, sino que debe tener una fuente de alimentación autónoma. Hoy por hoy, los fabricantes que venden luces V16 conectadas han optado por las pilas para cumplir este requisito.
También podrían diseñar una luz V16 conectada con batería interna que pueda cargarse, como el teléfono móvil y otros tantos aparatos que utilizamos a diario, pero los fabricantes se han inclinado por las pilas, al menos por ahora.
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Eso tiene su lado bueno y su lado malo. La parte positiva es que no existe el riesgo de que el día que necesitemos utilizar la luz V16 conectada la saquemos de la guantera y no funcione porque no está cargada.
Al ser un dispositivo que, con suerte, no vamos a utilizar nunca y, en el peor de los casos, lo vamos a utilizar con poquísima frecuencia, es altamente probable que ocurriese esta situación.
La mayoría de conductores no nos acordaríamos de cargar la luz cada cierto tiempo porque la guardaríamos en la guantera y nos olvidaríamos de ella. Como llevamos haciendo décadas con los triángulos de señalización (como mucho los sacamos cuando hacemos una limpieza profunda del coche).
Tampoco hay que pasar por alto que el requisito de la DGT determina que la batería recargable "se pueda realizar en el propio vehículo", por lo que el cargador de la pila debería poder enchufarse a una toma de mechero, una toma USB convencional o una toma USB C (pocos coches llevan enchufe convencional).
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Con una pila no se daría esa situación. Bastaría con llevar una pila nueva junto a la luz V16 conectada para ponerla cuando tengamos que utilizar el dispositivo. Y ese es, precisamente, el lado negativo.
Si metemos una pila en la guantera junto a la luz V16 conectada y nos olvidamos (algo muy probable), puede que cuando llegue el momento de utilizar la luz V16 conectada, ya sea dentro de dos años o de ocho años, esa pila no sirva de nada porque el paso del tiempo la ha convertido en un pisapapeles.
No es nada nuevo. Lo llevamos experimentando toda la vida, por ejemplo, al encender el aire acondicionado los primeros días de calor del año cuando llevamos sin utilizarlo desde el verano anterior. Después de tantos meses sin uso, el mando a distancia no funciona porque se ha quedado sin pilas.
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Lo bueno es que es la solución es muy sencilla: solo hay que estar pendiente y cada año y medio, aproximadamente, preocuparse por sustituir la pila por una nueva. Sin son recargables, únicamente hace falta cargarlas cada cierto tiempo.
La DGT señala que la pila o batería que utilice la luz V16 conectada “deberá garantizar su uso al cabo de 18 meses”. En teoría, ese sería el margen de tiempo para olvidarse de las pilas. Pasado ese año y medio, nadie garantiza que la pila vaya a funcionar.
De todas las luces V16 conectadas que hay a la venta en este momento, algunas llevan pilas de 9V y otras utilizan varias pilas de tipo AA (tres o cuatro, en función del modelo).
Cualquiera de los dos tipos de pila pueden comprarse en un supermercado, por lo que no son difíciles de encontrar. Por lo general, tampoco son caras, pero no deja de ser una preocupación más con la que no contamos ahora, que todavía pueden utilizarse los triángulos.
Y también es un gasto más que no tenemos en estos momento, por pequeño que sea, que hay que sumar al de las propias luces, que tendrán fecha de caducidad.
