En la imagen veis un neumático nuevo, con todos sus canales a estrenar. Cuanta mayor sea la profundidad del dibujo, mayor será su capacidad de evacuación de agua y por lo tanto mayor su seguridad en mojado. Según vaya envejeciendo, sus prestaciones irán empeorando.
Confortauto ha estudiado el estado de 3.000 neumáticos en 60 talleres, supervisando operaciones de cambio de ruedas. Pues más de la mitad (54%) circula con las ruedas por debajo del límite legal de 1,6 milímetros de profundidad de surco. La media general está en 1,8 milímetros antes de jubilarlos.
Por debajo de 1,6 milímetros no solamente se corre el riesgo de recibir una multa, también de tener un accidente especialmente en condiciones adversas. No solo hablo de lluvia, a bajas temperaturas se convierten en un peligro, como las pieles de plátano bajo los zapatos de un payaso.
Según un estudio de MIRA, un organismo británico, a 80 km/h y con el pavimento mojado un neumático con 1,6 mm de profundidad necesita 39,5 metros para frenar. Si estuviese nuevo, con 8 mm de surco, serían 10 metros menos. Es lógico, a mayor profundidad de surco, más litros por segundo son evacuados.
Esta segunda imagen está tomada a una velocidad de 1/4000. Podemos observar cómo un neumático de altas prestaciones y nuevo es capaz de escupir varios litros por segundo. Cuanta más agua achiquen, más estará la goma en contacto con la carretera, en vez de sobre una película de agua… o directamente agua.
La recomendación para moverse con seguridad en agua es tener una profundidad de 3 mm de surco. De forma análoga, un neumático de invierno funciona de forma óptima en nieve si dispone de 4 mm de surco o más. Apurar los neumáticos en seco no es tan grave como hacerlos con agua, nieve, ¡o hielo!
Baste este ejemplo. Un neumático con 3 mm de surco, aunque dista de estar nuevo, necesitaría 31,7 metros en una frenada en mojado a 80 km/h. Casi casi las prestaciones que tendría estando nuevo. Según van bajando esos últimos milímetros, el rendimiento del neumático se degrada con rapidez.
Solo conozco una excepción, y es el Goodyear Optigrip, que prácticamente va igual nuevo que gastado, porque según van pasando los kilómetros van apareciendo canales nuevos que antes no estaban disponibles. No ha tenido mucho éxito en el mercado y pronto dejará de estar disponible.
Si hablamos de neumáticos de segunda mano, una comprobación elemental es comprobar la profundidad del surco, además de la fecha de fabricación (si tiene más de cinco años, vamos mal). También hay que tener en cuenta el estado de la goma, y las condiciones en las que ha trabajado. Hablamos de nuestra seguridad, hay que tomársela en serio.
Vía | El Mundo Motor
En Motorpasión | Especial mantenimiento, neumáticos (parte 1, parte 2)