El viento puede ser muy peligroso al volante, pero si además va acompañado de lluvia tenemos el combo perfecto. Estos días un nuevo temporal con la borrasca Aline tiene a no pocas regiones en alerta con ambos en la ecuación: inundaciones y fuertes vientos están siendo protagonistas en la carretera.
Es por ello que la DGT recuerda que debemos extremar las precauciones si tenemos que coger el coche. Y eso pasa por adaptar nuestra conducción a ambos fenómenos atmosféricos.
Consejos para conducir con lluvia y viento
Circulando en coche por la carretera, y con fuertes vientos, podemos sufrir el efecto pantalla. Y en lo que toca a la lluvia, además de la baja visibilidad, nos enfrentamos a una menor adherencia y el temido aquaplaning.
📢Precaución por #lluvia ☔️y #viento 🌬️en esta jornada de #viernes.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) October 20, 2023
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En pleno temporal, lo más recomendable es evitar coger el coche: pues suelen estar presentes cortes de carreteras, zonas inundadas o desprendimientos. Pero si no tenemos más remedio, es vital adaptar nuestra conducción para evitar un accidente. Y también estar atento a los boletines de la DGT para comprobar si nuestra ruta esta afectada o no por los efectos del temporal.
Más despacio. Tanto con viento como con lluvia, una velocidad elevada no es buena compañera. En mojado se favorece el aquaplaning y el viento hace lo propio con el desplazamiento lateral. Adecúa siempre la velocidad con ambos presentes en la carretera.
Firmes, pero suaves. Con fuertes rachas de viento, se ha sujetar firmemente el volante pero también evitar los volantazos bruscos. Y esto también se aplica con lluvia, además de frenar y acelerar siempre progresivamente.
Cuidado al adelantar. Esta maniobra se complica aún más con lluvia y viento. Con aire lateral fuerte, por ejemplo adelantando un camión, podemos sufrir el señalado efecto pantalla: al salir de su cobertura el "empujón" del viento puede desplazar nuestro coche lateralmente.
Y si la lluvia es muy intensa, se genera el efecto spray que nos impide aún más la visión. Por ello, lo suyo es aumentar la velocidad de los limpiaparabrisas para que evacuen más rápidamente el agua.
Baja de marcha. Con un régimen más elevado de revoluciones, tendremos un mayor control del coche. Con lluvia o viento lo aconsejable es circular con una marcha más baja a la que circulamos habitualmente. Si tu coche es automático, también la puedes regular pasando al modo manual ya sea con la palanca de cambios o las levas del volante.
Además, con viento:
- Siempre por el centro del carril. Ya que el aire lateral puede desplazarnos, lo recomendable es ir lo más centrados posible por el carril, pues minimizamos el riego de choques con otros vehículos. Más aún si cabe en carreteras con un carril para cada sentido.
- Asegura bien la carga. Lo ideal es que nada sobresalga del coche, pero si llevas bicicletas, ya sea en la trasera o el techo, o bien tablas de surf o esquís, asegúrate de que vayan firmemente sujetos. El viento puede arrancarlos y que salgan despedidos, poniendo en grave peligro a otros vehículos.
- Ten claro que coche conduces. Cuanto más alto y voluminoso sea tu coche, más se verá más afectado por el viento. Y ya no digamos en una furgoneta o una autocaravana: adapta siempre tu conducción según la aerodinámica de tu vehículo.
Y con lluvia:
- Ver bien, fundamental. La baja visibilidad es el otro gran y peligroso efecto que provoca la lluvia: tanto por el agua cayendo sobre la luna delantera como por el empeñamiento. Para desempañar el parabrisas puedes recurrir a la ventilación, dirigiendo aire caliente al cristal. Y los limpias siempre deben estar en buen estado para evacuar bien el agua. Si la cantidad de agua es tal que apenas ves, lo recomendable es parar en un lugar seguro hasta que baje la intensidad de la lluvia.
- Y que te vean también. Se recomienda circular siempre con las luces de cruce activadas. Y sólo en caso de lluvia muy copiosa, también los faros antiniebla delanteros. Recuerda que los antiniebla traseros sólo se deben encender en caso de que la lluvia sea muy intensa para no deslumbrar a otros conductores. Poca broma, porque te pueden multar por ello.
- Aumenta la distancia de seguridad. Ir pegado a otro coche como norma general nunca es recomendable. Pero menos aún con lluvia, ya que la distancia de frenado es mayor debido a la baja adherencia. La DGT recomienda calcular así la distancia con el coche que nos precede.
- Evita charcos y balsas de agua. En ocasiones el asfalto no drena bien el agua, como tampoco el sistema de alcantarillado. Y hay ciertas zonas donde se puede formar balsas, por ejemplo en vaguadas. En estas zonas el riesgo de aquaplaning siempre es mucho más elevado. Evítalos siempre que sea posible y cuando no lo sea, ve lo más despacio posible.