Permanezcan atentos a sus transistores

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Aprovechando que hoy comienza la semana tonta del año por excelencia (al menos en casa llamamos así a la segunda de agosto, cuando ni las lagartijas salen de su agujero), voy a aprovechar la ventana del fauna en ruta para abordar una ida de olla propuesta mía de esas que no llegará a ninguna parte pero que, oye, si lo hiciera a lo mejor después de todo no iría del todo mal tener algo así.

Te habrá ocurrido montones de veces que vas en coche y te encuentras un atasco porque sí, porque hoy es hoy. Llevabas la radio con el TA en marcha y nadie te ha avisado del lío. Y pasan los minutos y ahí no se mueve ni su padre. Y te desesperas, claro. En la radio suenan los puntos horarios, entra el boletín de tráfico y... ni una palabra del atasco. ¿¡Pero es que nadie ve la que se ha liado ahí!?

fauna en ruta: boletín informativo

El boletín de tráfico, ese anacronismo

Hago un inciso para aclarar que nunca he comprendido el cometido de los boletines de tráfico que emergen en algunas cadenas de radio a las horas en punto... o a las medias horas, tanto me da. Dicho sea esto con todo el respeto, que lo guardo, para los compañeros que cuentan, una y otra vez, lo que ven en sus pantallas de control. Carretera tal, p.k. cual, retenciones en sentido tal porque no sé qué. Carretera tal, p.k. cual, cuidado con las obras en ambos sentidos de la circulación.

Y así, hasta acabar el slot que les dan en la cadena de radio. Y a por otra. Vuelta a empezar.

Digo que con todo el respeto, pero sin verle el interés real a lo que ofrecen, ¡con las expectativas que genera una información de este tipo! Si hasta la DGT habla así de sus boletines sonoros: "Debido al dinamismo de la información del tráfico, los datos facilitados en el boletín pueden no corresponder con la situación actual en función del tiempo transcurrido desde su grabación".

Vigilancia del tráfico

Para mí, estos boletines tienen el mismo interés que una pareja de agentes velando por mi seguridad apostados en una rotonda desértica, dando conversación a los grillos hasta que pasa un tipo con un coche y lo paran para pedirle la documentación. Vamos, actuando ahí donde está la acción, sí. Vigilando distancias de seguridad, adelantamientos burros y disciplinas de carril en general. Que sí.

Si el tráfico es dinámico, la información debe ser dinámica. Trabajar con agenda (aunque el ciclo sea de media hora) es incoherente cuando hablamos de una información que nos interesa al instante. Al fin y al cabo, ¿nuestros recorridos no duraban 29 minutos de promedio? Al menos en 2008 era así, ahora ya... El caso es que seguramente el boletín llega demasiado pronto o demasiado tarde. Y con la condensación de la información, fijo que se queda por el camino lo que de verdad me interesa.

Ojo, que el paroxismo llega de la mano de los boletines de tráfico emitidos por televisión. ¿Quién se supone que es el receptor de esas informaciones aderezadas con las imágenes de las cámaras de vigilancia? ¿Está pensado todo para que desde el sofá nos alegremos de no haber tenido ni un duro para salir de casa?

Radio de emergencias

Sintoniza el canal de emergencias

Vamos a por la propuesta. ¿Qué tal destinar una frecuencia a mensajes emitidos en directo cuando hay un problema viario que es necesario conocer? Lógicamente la información se debería sectorizar, porque poco le importa a un señor de Candás cómo está la salida de Madrid por la A-3, por mucho que a los señores de TVE les parezca que esa información es vital para todo el mundo.

Pero lo más importante de todo sería eso, tener información al instante, aunque no fuera profusamente detallada. Mientras no hubiera noticias que dar... silencio absoluto. Eso que en radio es pecado mortal pero que en una emisora destinada a las incidencias de la vía tendría todo el sentido del mundo. Como un 112 de la radiodifusión, sólo para emergencias.

Y no, la información automatizada vía GPS y similares no me sirve como opción. Como la agenda. Además, los sistemas de comunicación car-to-X y car-to-car quedan muy bonitos, pero dejan fuera a todo aquel que no pueda permitirse cambiar de coche ahora mismo, tal y como están las cosas.

El mismo canal podría ofrecer información sobre las alternativas para los conductores, en vez del absurdo vergonzante que he llegado a escuchar yo en la radio: "Las autoridades aconsejan que se evite utilizar esta carretera". Es decir, menos información, pero de calidad. En lugar de un postureo informativo para quedar bien cada X minutos diciendo que no hay incidencias en la circulación, abordar las cuestiones con rigor y con voluntad de ayudar a la sociedad.

Atascos en las carreteras

¿De dónde podrían venir los inputs? Del mismo 112, que conoce la mayor parte de líos viales instantáneos, esos que se montan cuando alguien tiene un percance grave o llama porque ha visto algo raro en la carretera (de eso ya hablamos en su día). Incluso podría obtener su información, convenientemente filtrada, de los conductores que, estando hasta las narices de esperar en un atasco, informasen a la emisora de radio. En ciertos programas de radio, bien que se utiliza esta fuente como valor añadido: el que da la participación ciudadana. ¿Por qué no usarla así?

No serían necesarias demasiadas florituras. De las seis W que compone una pieza periodística tipo (Who, What, Where, When, How y Why) bastaría con el What y el Where. El When sería fijo: ahora. El Who y el Why, que tantísimas horas de información redundante llenan en el mundo del periodismo, pasarían a ser completamente superfluos para el caso. Y, lo dicho, el How se podría reconvertir en una información muy útil que diera respuesta a esta pregunta:

Como conductor, ¿cómo me libro yo de ese lío antes de meterme en él?

Ojo, que estoy dando a este servicio una dimensión volcada en el tráfico, aunque esa frecuencia de emergencias podría muy bien utilizarse para servicios urgentes cuando hay desgracias graves de esas que movilizan a toda la población, véase Santiago de Compostela hace dos semanas y algo. Al fin y al cabo, a mi me enseñaron que los medios públicos de comunicación debían servir para llevar asuntos de interés a la ciudadanía. ¿Qué mejor servicio público que este?

De todas formas, ya digo, se trata de una idea peregrina, nada más.

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