Puede parecer poco probable que querer mantener una atmósfera agradable en el coche sea potencialmente peligroso, pero lo es. No hablamos ya del cóctel químico que desprenden los componentes de un coche (sobre todo al sol) en el perseguido olor 'a coche nuevo', sino de los ambientadores.
Y desde Gizmodo nos traen la anécdota de estas navidades: un coche ha explotado en Inglaterra después de que su dueño usara ambientador como si no hubiera un mañana.
Cuando se juntan las pocas luces (o el despiste) con una mala decisión
"Cuando el conductor encendió un cigarrillo, el resultado fue dramático", escribió el departamento de bomberos de West Yorkshire en Twitter.
Fountian Street in Halifax was closed due to an explosion involving a car on Saturday afternoon, 14th Dec.
— WYFRS Investigation (@WYFRSFireInvest) December 16, 2019
Excessive use of an air freshener was the cause. When the driver lit a cigarette the outcome was dramatic. pic.twitter.com/wfk00bf0GG
Este conductor de West Yorkshire encendió un cigarro justo después de haber descargado una lata de ambientador en aerosol. Esta mezcla combustionó y provocó una enorme explosión que reventó los cristales del vehículo e incluso rompió algunas ventanas de los comercios adyacentes.
A car has literally just exploded outside my flat, the entire room shook windows rattling absolutely madness! I really hope no one is seriously hurt 😓
— machamparmy (@machamparmy) December 14, 2019
Según ha explicado la policía de este condado, la explosión fue tan fuerte que tuvo que cerrarse la calle donde el SEAT León estaba parado en un semáforo. Afortunadamente (y milagrosamente viendo el estado del coche), el conductor del vehículo solo sufrió heridas leves, aunque algunos comentaristas en Facebook aseguran que ha sufrido varias quemaduras, y que además no se trataba de un ambientador en aerosol.
No obstante, tanto la policía como el departamento de bomberos cerraron hace unos días la investigación, y se determinó que fue un exceso de ambientador lo que provocó la explosión.
Pero los accidentes con aerosoles son más comunes de lo que pensamos. Hace unos años una mujer de Vancouver dejó un bote de laca en el asiento trasero de su coche durante un día caluroso. El calor que soportó la lata de aerosol provocó que se desplazara desde los asientos traseros hasta el parabrisas, con la suficiente fuerza para atravesarlo (y destrozarlo).
Así que ojo con dejar mecheros, aerosoles, móviles o GPS en el interior del coche. Y con el tabaco al volante, claro.
Foto | WYFRS Investigation
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