Finalmente los rumores y las posibilidades se van a convertir en realidad. En enero de 2013 se creará la Societé des Automobiles Alpine Caterham, participada a partes iguales por Renault SAS y Caterham Cars. Los primeros coches estarán en la calle en tres o cuatro años “a lo sumo” (sic).
Ambas compañías, que ya tienen el nexo común de la Fórmula 1, colaborarán solidariamente para revivir la marca Alpine y mejorar la gama Caterham. El lugar elegido es la fábrica de Dieppe (Francia), fundada en 1969, donde actualmente se produce el Clio RS y otros coches de competición.
Renault estaba a la expectativa de tener un socio que hiciese viable una colaboración semejante. Detrás de Caterham se encuentran manos malayas con mucho dinero. Si dependiesen solo de la Caterham en manos británicas… mal asunto.
Tanto Alpine como Caterham se remontan a los años 50 y tuvieron una vida ligada a la competición automovilística y las carreras. En el ADN de ambas marcas estaba la deportividad asequible (barata es otra cosa), donde no hacía falta ser millonario para disfrutar de un coche deportivo.
Aún es pronto para hablar de modelos nuevos, pero desde luego las raíces en las que se asienta la nueva sociedad son muy sólidas. Recordad el Alpine A110-50 Concept. Podríamos ver cosas por el estilo en pocos años.
Alpine no es una marca excesivamente conocida entre los más jóvenes, y no debe ser confundida con Alpina (preparador de BMW) ni el fabricante de equipos de sonido Alpine Electronics. Desde 1955 Alpine estuvo ligado a Renault, primero mejorando modelos normales y después con sus propias creaciones. Tuvieron diversos éxitos deportivos en Le Mans y rallies.
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