Probamos el renovado Volkswagen ID.3: sigue siendo un coche eléctrico cómodo y eficiente, pero mejora en calidad
Cuando llegó en 2020, el Volkswagen ID.3 marcó un antes y un después en la estrategia de electrificación de la marca. Ahora, convertido en todo un superventas del mercado europeo de coches eléctricos, se pone a punto con algunos retoques estéticos, materiales de mayor calidad y más tecnología para seguir siendo el coche eléctrico para todo y para todos.
El restyling del ‘Golf del siglo XXI’ ya está a la venta en España desde 31.430 euros (incluyendo ayudas) para la versión de acceso con acabado Pro. Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de conducirlo, y estas son nuestras primeras impresiones.
Los que cambia en el diseño exterior del Volkswagen ID.3
Como primer coche 100 % eléctrico nativo de la marca, el ID.3 es un modelo de vital importancia para Volkswagen. Entre otras cosas estrenó lenguaje de diseño, la plataforma modular MEB y abrió camino al resto de la familia ID, que ya cuenta con seis miembros.
Pero los clientes tenían algunas sugerencias de mejora (principalmente en cuanto a tacto y calidad de los materiales del interior) y la marca dice haberse centrado en ellas para actualizar su superventas un año antes de lo previsto tanto por dentro como por fuera.
Así, antes de que llegue una nueva generación del modelo, este restyling del ID.3 estrena ligeros cambios estéticos que le aportan un toque más deportivo y actual sin perder su esencia.
En el frontal rediseñado vemos que, al prescindir de la franja negra que había debajo del parabrisas, ahora el capó parece más largo y estilizado, mientras que los conductos de aire de los laterales en conjunto con el nuevo paragolpes, le dan un punto más agresivo.
Además, el eléctrico de 4,26 m de largo, 1,81 m de ancho y 1,56 m de alto ha mejorado en funcionalidad con detalles como la persiana eléctrica del radiador en el frontal del vehículo (que se abre solo cuando el motor necesita aire frío) y en aerodinámica, pues el ID.3 ha pasado de tener un Cx de 0,27 a 0,263. Por mínima que sea, esta mejora debería traduce en eficiencia.
En la vista lateral no se aprecia ningún cambio, mientras que en la zaga destacan los nuevos grupos ópticos, que son completamente de color rojo. La línea del portón que antes era reflectante, ahora se ilumina por completo. La luz de freno también cambia, y ahora tiene forma de ‘X’.
Para rematar el conjunto se pueden montar llantas que van desde las 18” a las 20” y llegan dos nuevos colores a la gama: el ‘Azul Costa’ de las fotos de este post y el ‘Verde Oliva’, un tono que le sienta especialmente bien. Respecto al maletero, su capacidad de carga de 385 l (la misma que la de un Volkswagen Golf 8) no varía.
Interior con más calidad y tecnología
Lo que no cambia del ID.3 es que una vez a bordo siguen reinando el estilo minimalista y la sensación de amplitud, pues al carecer prácticamente de voladizos y con una distancia entre ejes de 2,77 m, el habitáculo está muy bien aprovechado para el tamaño del compacto.
La calidad percibida realmente ha mejorado enteros respecto a su predecesor pues, entre otros, ahora el salpicadero tiene un tacto más suave y esponjoso. Además se han añadido costuras en asientos y paneles y se empleado una agradable microfibra Artvelours Eco (con un 71 % de plásticos reciclados) en los guarnecidos de las puertas y los asientos.
Destaca la pantalla táctil de 12” de serie en el centro de la consola, que aglutina el sistema de navegación, las funciones del teléfono, los sistemas de asistencia y la configuración del vehículo. Ahora, además de ser más grande (antes la de serie era de 10”) tiene un diseño más intuitivo y la información sobre la carga y la batería está mejor posicionada.
En el volante multifunción, el ID.3 sigue incorporando los botones hápticos con los que se manejan las funciones de la pantalla de 5,3” que hace las veces de panel de instrumentos. Lo cierto es que estos no nos llegan a enamorar pero, según nos comenta la marca, eso probablemente cambiará con la llegada de la próxima generación.
Quizá entonces también cambien los tres botones con los que se manejan los cuatro elevalunas, con los que tampoco hemos tenido mucho feeling.
En cuanto al Head-up-Display de realidad aumentada opcional (Head-up-Display AR) funciona realmente bien y nos ha parecido muy práctico, ya que proyecta información como la velocidad del vehículo e instrucciones dinámicas de navegación en el parabrisas y evita distracciones.
Asimismo, el ID.3 estrena el software 3.5 de última generación (con posibilidad de recibir actualizaciones OTA) y también mejora en el apartado multimedia y de sistemas de asistencia la conducción, pues cuenta con la última versión del ‘Travel Assist’ opcional, control de crucero adaptativo, ‘Lane Assist’ y 'Park Assist' con función de memoria.
Muy útil en el día a día, el ID.3 incorpora un ‘Planificador de Rutas de vehículos eléctricos inteligente’, y sistema de carga Plug & Charge, que hace posible que vehículo se autentique e inicie el proceso de recarga en cuanto se conecta a una estación.
Además, incorpora el manejo por voz que se activa con un "Hola, ID.", que ahora es más fiable en el reconocimiento y más rápido en la respuesta.
Al volante del renovado Volkswagen ID.3
Nuestra primera toma de contacto con el Volkswagen ID.3 ha sido con su versión de acceso Pro, con motor de 150 kW (204 CV) y la batería pequeña de 58 kWh netos (62 kWh de capacidad bruta) que le otorga una autonomía máxima de 428 km en ciclo WLTP.
La ruta fue corta pero intensa, pues incluía tramos urbanos, de autopista y una carretera secundaria con curvas. Sin duda, podemos adelantar que el ID.3 lógicamente se mueve en ciudad como pez en el agua, pero fuera de ella nos ha dejado también un buen sabor de boca con su comportamiento noble y su consumo ajustado.
Por su propulsión eléctrica, el ID.3 tiene cualidades notables como la suavidad en el manejo o el silencio de marcha sin vibraciones, a las que se suma en este caso un generoso par motor de 310 Nm disponible de inmediato, que permite que nos podamos mover con agilidad en cualquier escenario. Además, su óptimo radio de giro de 10,2 m facilita las maniobras.
La dirección es rápida y directa y la configuración de suspensiones se siente bastante cómoda sin ser ni demasiado blanda ni demasiado dura. El coche da sensación de aplomo y saca todo su potencial a relucir cuando adoptamos un estilo de conducción fluido. Sin tener vocación de coche deportivo, las diferencias entre el modo de conducción “Eco” y el “Sport” se hacen evidentes, y con el segundo activado la diversión aumenta al ritmo del consumo.
Aun así, siendo el consumo medio homologado para esta versión de 15,2 kWh/100 km según ciclo WTLP conseguimos bajarlo en ciudad, mientras que en autopista lo superamos por poco y en los tramos de carreteras secundarias más exigentes llegamos a los 18,2 kWh/100 km. Estamos seguros que en una prueba más extensa y específica de consumos, estos valores mejorarán, no obstante, nos han parecido bastante buenos.
Los que nunca hayan conducido un coche eléctrico deberán acostumbrase a la frenada, pues con el cambio en posición D, prácticamente sin frenada regenerativa, puede dar la sensación de que el tacto es demasiado suave. Sin embargo es poner la posición B e incluso se puede conducir por ciudad sin tocar el pedal de freno.
Gama y precios del Volkswagen ID.3
La oferta comercial del Volkswagen ID.3 en España incluye dos versiones: Pro y Pro S, ambas con tracción trasera y 150 kW 204 CV de potencia. En cuanto a la versión superior, la diferencia más notable respecto a la de acceso que hemos podido probar, es que monta una batería de 77 kWh con la que promete una autonomía de hasta 559 km.
Asimismo, mientras que el Pro tarda unas seis horas y 15 minutos en cargarse al 100 % a 11 kW con corriente alterna, el Pro S, tarda una hora más. Sin embargo, este admite una potencia de carga de hasta 170 kW que, según el fabricante, le permite cargarse del 5 al 80 % en apenas media hora y regenerar energía suficiente para recorrer 100 km en sólo cinco minutos. Por su parte, el Pro admite un máximo de 120 kW y tarda 35 minutos en pasar del 5 al 80 %.
El ID.3 ya está a la venta desde 31.430 € para la versión Pro (incluyendo ayudas máximas del Moves III) y desde 37.150 € para la versión Pro S (con las ayudas máximas del Moves III). Sin promociones, ni ayudas a la compra ni descuentos la factura aumentará hasta 10.000 euros en ambos casos.
Como opción hay distintos paquetes de equipamiento (exterior, interior, asistentes y confort, aunque los tres primeros con la opción de una versión Plus más equipada).
De cara a 2024 la marca confirma que llegará el Volkswagen ID.3 GTX más potente, que rondará los 300 CV e irá equipado con la batería de mayor tamaño de la gama, como sucede con el Volkswagen ID.4 GTX. Además, también se lanzará una versión por debajo de la versión de acceso actual, más barata y con una batería más pequeña (52 kWh netos).
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.