Hace unos días nos pusimos al volante del renovado Mercedes-Benz Clase E (parte 1 y 2), que trae consigo un nuevo diseño, más tecnología e interesantes motorizaciones, incluyendo una variante híbrida diésel, el E 300 Bluetec Hybrid. No obstante, hoy os traemos algo más especial.
Durante la presentación a la prensa de esta berlina media, en Barcelona, el fabricante alemán nos tenía preparada una sorpresa con nombre y apellidos: el Mercedes-Benz E 63 AMG, en sus diferentes versiones. Hemos probado el Clase E más potente de todos los tiempos, y el primer AMG con tracción total, para contártelo. ¿Te lo vas a perder?
La mejor forma de definir lo que ofrece el nuevo E 63 AMG es simple: más y mejor. Pone sobre la mesa más potencia, más lujo y más prestaciones, pero lo hace de mejor forma. ¿Por qué? Porque ahora puede equipar la tracción AMG 4Matic para ser más rápido, más manejable y mucho más práctico.
Los nostálgicos de la propulsión y puristas de AMG no tienen de qué preocuparse. El Mercedes-Benz E 63 AMG sigue siendo una bestia que utiliza únicamente sus ruedas traseras para transmitir su enorme potencia al suelo. Es el cliente que quiere un vehículo de este calibre, con las ventajas de la tracción a las cuatro ruedas, el que está de enhorabuena, beneficiándose además, si así lo quiere, de un considerable aumento de potencia.
Gama E 63 AMG
A diferencia del modelo anterior del E 63 AMG, éste se beneficia de una gama reestructurada. Mercedes ha introducido varias variantes que antes no estaban disponibles. Además de la tracción 4Matic, se añade a la oferta un modelo AMG S. Básicamente, es como un paquete AMG Performance, pero la marca ha querido dotarlo de más importancia convirtiéndolo en una versión por sí misma que es, por tanto, el tope de gama.
- E 63 AMG: Se trata de la única opción de propulsión y sólo está disponible en carrocería berlina. Monta el mismo 5.5 litros V8 Biturbo del resto de la gama y en este caso desarrolla 557 CV a 5.500 RPM y un par motor máximo de 720 Nm entre las 1.750 y las 5.250 vueltas. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,2 segundos y consigue homologar un consumo de 9,8 litros a los cien kilómetros, lo que corresponde a 230 gramos por kilómetro de dióxido de carbono. La velocidad máxima está limitada en toda la gama a 250 km/h.
E 63 AMG 4Matic: Ya con tracción a las cuatro ruedas, esta variante se ofrece tanto en carrocería berlina como familiar o Estate. Su 5.5 V8 Biturbo arroja la misma cifra de potencia que el anterior, 557 CV, y el mismo par. Donde mejora considerablemente es en el sprint de 0 a 100 km/h, donde recorta cinco décimas hasta los 3,7 segundos (3,8 en el familiar). El precio a pagar por convertir el E 63 AMG en una catapulta es un consumo 0,5 litros mayor, hasta los 10,3 litros a los cien (10,5 en el Estate).
E 63 AMG S 4Matic: Es la joya de la corona y sólo está disponible con la tracción 4Matic. Se ofrece tanto en carrocería berlina como familiar, y en este caso su 5.5 V8 Biturbo desarrolla 585 CV y un par máximo de 800 Nm. El consumo es exactamente igual al de la versión anterior, 10,3 litros (10,5 en la ranchera), pero recorta una décima en el 0 a 100 km/h, parando el crono en 3,6 segundos. ¡Una décima menos que el SLS AMG GT! Ahí es nada.
Detalles diferenciadores...o no
La estética del E 63 AMG ha de ser uno de los atractivos principales del coche, más allá de la fuerza bruta de su propulsor. Con la renovación del modelo, el nuevo AMG recibe un rostro muy atractivo, con los nuevos faros del modelo, con un spoiler inferior que dibuja la letra A de AMG o la parrilla de doble listón, por ejemplo.
Por detrás, tanto la salida de escape cuádruple (que por cierto, son embellecedores), como el difusor, el spoiler de la tapa del maletero o el distintivo AMG, aportan un carácter más especial al modelo. El E63 AMG equipa de serie llantas de aleación AMG de 10 radios y 18 pulgadas en color gris titanio, y monta gomas en dimensiones 255/40 R18 y 285/35 R18.
Si optamos por la variante 4Matic, o bien el S 4Matic, las llantas de serie son de 19 pulgadas con neumáticos 255/35 R19 y 285/30 R19. En el caso del tope de gama, el S 4Matic, las llantas son de 10 radios en gris titanio mate y se diferencia de los demás por pinzas de freno en rojo, spoiler delantero en negro, detalles en color plata, spoiler de maletero en color de la carrocería y por un interior con logos AMG y volante AMG Performance de cuero y alcántara, entre otras cosas.
Para los clientes más discretos, que no quieran hacer girar cabezas a su paso, Mercedes ofrece un interesante paquete denominado "Business" que convierte el E 63 AMG en un auténtico lobo con piel de cordero. Se eliminan los distintivos AMG y V8 Biturbo, se equipan salidas de escape rectangulares menos llamativas y cuenta con el paragolpes del paquete AMG que se ofrece para el Clase E normal.
Primer contacto
Durante la presentación en Barcelona pudimos ponernos al volante del Mercedes-Benz E 63 AMG S 4Matic en formato berlina, la mayor novedad de la gama por sus motor vitaminado hasta los 585 CV y por la tracción AMG 4Matic que reparte el par en una proporción 33:67, delante y detrás, respectivamente.
Una vez dentro del habitáculo nos rodea un ambiente de lujo, como en cualquier otro Clase E, aunque en este modelo en concreto hay elementos que lo hacen un tanto especial, como la tapicería, los asientos, el volante o los distintivos y botones AMG. Las levas, por ejemplo, son de aluminio en vez de plástico, y el volante tiene un tacto mucho más logrado, gracias al recubrimiento de alcántara en las zonas de sujección.
Antes de ponernos en marcha escuchamos en todo su esplendor el sistema de sonido opcional firmado por Bang&Olufsen. Un equipo para los más sibaritas, de 1.200 vatios de potencia y 14 altavoces, que consigue un sonido limpio y depurado. Es realmente una gozada, aunque no todos podemos permitírnoslo a un precio de 5.684 euros.
Tampoco muchos pueden permitirse los dos paquetes de carbono con los que contaba nuestra unidad de pruebas (spoiler delantero, difusor, taloneras, spoiler de la tapa del maletero, etc...), que lo hacen especialmente atractivo, pero que sumados alcanzan un precio de cerca de 7.030 euros, impuestos incluídos.
Investigamos un poco para descubrir que disponemos de varios modos para el conjunto motor/cambio (Controlled Efficiency, Sport, Sport+ y Manual), para la suspensión AMG Ride Control (Confort, Sport y Sport+) y modo deportivo en el ESP. El modo AMG, activable desde un botón en el túnel central, permite configurar cada uno de los parámetros a nuestro gusto, y disponer de esa combinación cuando queramos.
Con sólo girar la llave del contacto, los relojes se iluminan y nos muestran el logo de AMG. Si colocamos la llave en la siguiente posición, el V8 nos saluda con un gorgoteo inicial que nos dibuja esa sonrisa tonta que se le pone a uno cuando está ante algo especial. Y todo esto sin habernos movido del sitio. Ahora toca cruzar Barcelona para salir a carretera y adentrarnos en la provincia, en busca de curvas.
Lo primero que impresiona en carretera es la comodidad de marcha que ofrece. Parece mentira que un coche así, tan potente y bruto cuando así lo queremos, sea tan suave y refinado en vías rápidas. No es nada incómodo. Es más, podemos utilizarlo en el día a día sin ningún tipo de problema. No es el típico coche de corte deportivo que te fustiga en cada bache o irregularidad de la calzada. Además, no es nada salvaje ni se porta mal con el conductor. Si queremos que lo sea, lo será, pero si lo conducimos con normalidad la trasera no tiene por qué moverse de su sitio.
El ocho cilindros tiene un sonido delicioso que, aunque no es el clásico sonido de motor atmosférico de AMG, tiene la misma esencia, a pesar de los dos turbos soplando como locos. Se nota que ha salido de Affalterbach. A plena carga, tanto en los cambios como cuando soltamos de golpe el acelerador, el escape nos deleita con unos "disparos" de lo más adictivos. Nos apetece escucharlos una y otra vez. En este sentido recuerda un poco al 4.4 V8 Biturbo de BMW M, aunque éste quizá sea algo más bestia que el AMG en lo que a petardazos y "disparos" de escape se refiere.
El motor empuja como un avión. Tiene una fuerza descomunal a cualquier régimen, aunque es entre las 4.000 y las 6.000 vueltas donde más brilla y donde de verdad se encuentra la patada importante. En la parte más alta del cuentavueltas, cuando se va acercando al corte, es donde más flojea (si es que se puede utilizar el verbo flojear en un propulsor de este calibre). El cambio Speedshift MCT AMG de siete marchas es rapidísimo en el modo más deportivo (100 milisegundos para pasar a la siguiente velocidad) y muy cómodo en el más burgués de todos. Ofrece un buen equilibrio y en el modo Manual podemos controlarlo nosotros, siempre y cuando no le pidamos barbaridades (como reducciones extremadamente bruscas, por ejemplo).
En cuando a dinámica se refiere, queda claro que en carretera es increíblemente rápido. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos (con función Race Start de salida rápida) y rompe todos los límites de velocidad en lo que canta un gallo. Es un coche de Autobahn, para viajar como un señor. Si lo sacamos de la autovía, el E 63 AMG también está contento, aunque las curvas más cerradas no son su fuerte. Le gusta más salir de ellas, ya que tracciona muy bien con las cuatro ruedas, que afrontarlas.
Hay que tener en cuenta que tenemos entre manos un coche grande, de dos toneladas de peso, y con tanta potencia como para mover 5 ó 6 utilitarios. A pesar de esto, se desenvuelve estupendamente en zonas reviradas, de curvas rápidas y de media velocidad, pero en zonas donde hay que parar mucho el coche es donde salen a relucir estos dos factores: tamaño y peso. El coche frena muy bien, y más con los discos cerámicos opcionales de 402 y 360 milímetros de diámetro (delante y detrás, respectivamente) de nuestra unidad de pruebas, pero eso no quita que pese lo que pese y tenga mucha inercia en marcha.
En definitiva, el E 63 AMG S 4Matic es una mala bestia capaz de arrancar el asfalto a su paso, pero además es un coche perfectamente utilizable en ciudad y a diario. No es un coche de puerto de montaña, pero sorprende lo bien que se desenvuelve en esas condiciones a pesar de lo que pesa. Con todo esto, tenemos un rival muy a tener en cuenta para el BMW M5 y el Audi RS6. La guerra está servida.
Precios E 63 AMG
Los precios base para España de la gama Mercedes-Benz E 63 AMG, incluídas las carrocerías berlina y familiar, así como las variantes con tracción integral y "S", son los siguientes:
- E 63 AMG: 121.200 euros
- E 63 AMG 4Matic: 126.000 euros
- E 63 AMG Estate 4Matic: 129.000 euros
- E 63 AMG S 4Matic: 139.000 euros
- E 63 AMG S Estate 4Matic: 142.000 euros
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
En Motorpasión | Mercedes-Benz Clase E 2013, presentación y prueba en Barcelona (parte 1 y 2)