Probamos el Mazda CX-30, el SUV más barato de Mazda es un etiqueta ECO redondo: cómodo y equilibrado tanto en ciudad como fuera de ella
El coche más vendido de Mazda en España es el Mazda CX-30: este SUV compacto es también su todocamino más barato y este año ya supera en ventas al CX-5. Es pues de su coche más importante en nuestro mercado y acaba de ponerse al día.
Lo hace estrenando una nueva mecánica mild-hybrid, que se convierte en su opción de acceso. También lo ha hecho el Mazda3, pues ambos comparten gama mecánica y acabados. Ya hemos lo conducido con este nuevo motor 2.5 e-Skyactiv G.
Nuevo Mazda CX-30 de acceso con etiqueta ECO y 122 CV
El Mazda CX-30 se estrenó hace cuatro años y acabó por fagocitar al CX-3, que dejó de venderse en Europa. Este todocamino no cambia ni en diseño ni en tamaño: continua siendo un SUV de 4,39 m de largo, por 1,79 m de ancho, con una distancia entre ejes de 2,65 m.
Su habitabilidad ya la analizamos en anteriores pruebas: es un todocamino cómodo, con buen espacio para las filas traseras con hasta casi 1,0 m desde el respaldo trasero a los respaldos delanteros. Además un generoso ángulo de apertura de las puertas traseras facilita el acceso a estas plazas. Respecto al maletero, cubica 430 litros, ampliables a 1.406 litros.
Un gasolina sin turbo y con etiqueta ECO. El 2.5 e-Skyactiv G es la gran novedad del todocamino de Mazda y sustituye a los e-Skyactiv de 122 y 150 CV que antes ofrecía el CX-30. Esto significa que ya solo puede seleccionarse con este nuevo motor o con el Skyactiv X de 186 CV, también mild-hybrid. Con una mayor cilindrada que el de 150 CV, este 2.5 e-Skyactiv G presume de menor potencia, pero mayor par: 140 CV y 238 Nm por los 150 CV y 213 Nm del anterior.
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2.5 e-skyactive g MHEV |
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motor GASOLINA |
4 cilindros en línea, DOCH 16v, Inyección directa |
cilindrada (cm³) |
2.488 |
potencia máxima |
140 CV @ 5.000 rpm |
par máximo |
238 Nm @ 3.300 rpm |
MOTOR ELÉCTRICO |
Sistema 24V - Generador reversible integrado accionado por correa (B-ISG) - 4,8 kW (7 CV) |
TRANSMISIÓN |
Manual 6V - Automática 6V |
tracción |
Delantera |
VELOCIDAD MÁXIMA |
194 km/h - 191 km/h |
ACELERACIÓN |
9,7 s - 10,3 s |
CONSUMO l/100 km |
6,0 / 6,5 - 6,6 |
EMISIONES CO₂ g/km |
135 - 136 / 147 - 148 |
ETIQUETA dgt |
ECO |
Hablamos de un bloque al más puro estilo Mazda: es un gasolina atmosférico que no recurre a la manida turboalimentación. Además, dispone del sistema de desactivación de cilindros de sus predecesores: en baja exigencia por ejemplo en llano a velocidad constante, desconecta los cilindros dos y cuatro. Así ata en corto consumo y emisiones.
También lo hace evidentemente el sistema Mazda M Hybrid, que también es el mismo que equipan el resto de microhíbridos de la firma japonesa. Es de 24V en vez de 48V y lo conforma un pequeño motor eléctrico B-ISG de 4,8 kW (7 CV) que toma su energía de una batería de 0,17 kWh. Hace las veces de motor de arranque, alimenta sus sistemas eléctricos y puntualmente apoya al motor térmico.
Con estos ingredientes, sumado a que se ha trabajado para hacerlo más silencioso y agradable al volante, Mazda promete que es un 1,6 % más eficiente que el 2.0 e-Skyactiv G de 150 CV al que sucede y al que está más carca por potencia.
Señalar además que los Mazda CX-30 equipados con este motor son siempre tracción delantera (los de tracción integral se limitan a la versión de 186 CV). Se puede seleccionar con caja manual de seis velocidades o bien automática de seis relaciones.
Conduciendo el nuevo Mazda CX-30 mild-hybrid
El Mazda CX-30 con esta nueva motorización mild-hybrid lo hemos conducido brevemente por carretera convencional. La versión en concreto era de cambio automático. No es una caja nueva, es la Skyactiv-Drive que presume de aunar las bondades de los automáticos más recurridos: de doble embrague, de variador continuo y de convertidor de par convencional.
Independientemente de la transmisión, Mazda asegura que este nuevo 2.5 e-Skyactiv G está ajustado específicamente para ofrecer una notable entrega de par a revoluciones bajas y medias. Esos 238 Nm están disponibles desde las 3.300 rpm.
Este nuevo propulsor también lo probé en el Mazda3, con transmisión manual, y me gustó más que con la automática del CX-30. No es que sea mal cambio el automático, es que el manual de Mazda es excelente. Y esa mayor entrega de par a bajas vueltas se aprecia más en el manual.
Por otro lado, con el automático tarda un poco más en responder al pisar el acelerador y la conducción es algo más artificial. Esto se minimiza si pasamos al modo manual, ya sea cambiando de marchas con la palanca o con las levas del volante (las equipa el Mazda CX-30 desde el segundo acabado Centre-Line). O bien jugando con los modos de conducción.
Hay que tener en cuenta además que con el cambio automático el CX-30 pesa algo más que con la manual: oscila entre los 1.409 kg y los 1.435 kg según acabado y llanta. Son casi 30 kilos más: no es mucho, pero todo suma. A falta de haberlo probado con la caja manual, quizá podría sentarle mejor. Al Mazda3 desde luego le sienta estupendamente bien. Además mayor peso también supone más consumo para un motor que presume de ajustarlo: entre 6,5 y 6,6 l/100 km en ciclo mixto, en vez de los 6,0 l/100 km de la variante manual.
Sea como fuere, el Mazda CX-30 es un coche cómodo y que responde en general bien dinámicamente. A lo que ayuda la propia arquitectura de Mazda, ajustada para ser más manejable y confortable. También el sistema G-Vectoring Plus (GVC-Plus), que ajusta la entrega de par para optimizar la carga vertical en cada rueda, ayudando al paso por curva y la salida de la misma. Esto convierte al CX-30 en un SUV estable también en trazados revirados.
Destacar igualmente el puesto de conducción del Mazda CX-30, prácticamente calcado al del Mazda 3: los asientos están diseñados para recoger espalda y piernas a la perfección. Además, Mazda es de las marcas que más sigue apostando por los mandos físicos: la climatización va por botones y los modos de conducción se seleccionan con un mando junto a la palanca de cambios. También dispone de una ruleta en el túnel central, con varios accesos directos, para que incluso la pantalla la manejemos al tacto, sin apartar la vista de la carretera.
Todos sus ingredientes y tamaño, sumados a una buena insonorización de cabina, su buena habitabilidad o un maletero generoso lo hacen un coche polivalente: cumplirá en largos viajes y cumplirá en trayectos cortos y diarios. Además, con el motor Skyactiv X puede seleccionarse con tracción integral, cumpliendo también fuera del asfalto.
Alexa de asistente y un navegador más avanzado
Además de este nuevo motor 2.5 e-Skyactiv G, y como ocurre con el Mazda3, el Mazda CX-30 ha estrenado varios ajustes tecnológicos. Suma por primera vez a Alexa como asistente inteligente virtual: además de recibir órdenes en el coche, también puede controlar dispositivos inteligentes del hogar.
El navegador GPS integrado en el sistema multimedia igualmente ha mejorado. Es capaz de mostrar más puntos de interés sin estar conectado a Internet, que se almacenan en cada actualización en su tarjeta SD. Por otro lado la información del tráfico, cuando está conectado, se actualiza cada 30 segundos y recurre a diferentes fuentes.
Durante la prueba siempre fuimos con este navegador de Mazda. Lo cierto es que no eché de menos a Google Maps, pues indicaba muy bien salidas o giros, además de ir mostrando durante el recorrido gasolineras, restaurantes o incidencias del tráfico. La instrumentación del Mazda CX-30 la conforman esferas de toda la vida, así que las instrucciones del GPS se pintan sobre el Head-Up Display que es de serie en el SUV ya en su acabado más básico.
Muy bien equipado desde el más barato. En el acabado de acceso Prime-Line, el Mazda CX-30 ofrece un completo equipamiento. El display multimedia es ya el de 10,25 pulgadas que integra el sistema Mazda Connect, radio digital DAB, conexión sin cables para Apple CarPlay y Android Auto y Alexa por asistente. También el mencionado Head-Up Display.
Dispone asimismo de llantas de 16 pulgadas, faros LED delante y detrás, elevalunas en todas las filas, retrovisores eléctricos y calefactados, arranque por botón, climatización manual, sensores de aparcamiento traseros o cámara posterior de asistencia al aparcamiento.
También un completo abanico de sistemas de asistencia: están presentes frenada automática de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, aviso activo por salida de carril involuntaria pero también tecnologías más avanzadas como control de crucero adaptativo, detector de ángulo muerto o aviso por tráfico cruzado trasero. Igualmente encontramos el Asistente Inteligente de Velocidad ya obligatorio, un aviso acústico que se desconecta fácilmente desde un botón junto al volante.
Y en el acabado Centre-Line, el segundo disponible, suma ahora volante calefactado o sistema descongelante para el parabrisas. Esto se añade a otros equipamientos que ya encontrábamos en esta versión como climatizador bizona, espejo interior electrocromático, asientos delanteros calefactados, acceso sin llave, faros Full LED adaptativos, portón eléctrico para el maletero, carga inalámbrica para móviles, cámara 360º, el control de crucero con asistente de atascos o sistema de sonido BOSE con 12 altavoces.
Desde 30.790 euros
El Mazda CX-30 con este motor 2.5 e-Skyactiv G oscila entre los 30.790 euros y los 39.490 euros según acabado y dependiendo de con qué transmisión lo seleccionemos. Algo menos que el e-Skyactiv X que parte de los 35.090 euros y que parte del acabado Centre-Line.
Este es el precio de tarifa que incluye un descuento directo permanente de 3.200 euros, pero que puede sumar descuentos de entre 1.400 euros y 600 euros según el programa de financiación que se escoja con Mazda. Si se opta por el Flexiopción a 36 meses, con una entrada de 6.322 euros y una cuota final de 17.809 euros, la cuota es de 179 euros al mes. Siempre hablando del Prime Line con cambio manual.
Acogerse a este programa tiene otras ventajas: 10 años de garantía y tres mantenimientos sin coste, siempre que hagamos un máximo de 10.000 km al año.
Mazda CX-30 e-SKYACTIV G |
precio |
---|---|
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT Prime-line |
30.790 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT centre-line |
32.590 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT HOMURA |
33.540 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT Nagisa |
34.890 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT EXCLUSIVE LINE |
35.290 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) 6MT Takumi |
37.190 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 Prime-line |
33.090 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 centre-line |
34.890 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 HOMURA |
35.840 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 Nagisa |
37.190 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 EXCLUSIVE LINE |
37.590 euros |
2.5L e-SKYACTIV G MHEV 103kW (140CV) AUT6 Takumi |
39.490 euros |
Cuando el CX-30 llegó al mercado arrancaba en 27.575 euros con la mecánica mild-hybrid de 122 CV. La e-Skyactiv G de 150 CV y 2.0 litros, hacía lo propio en 29.000 euros, sin descuentos. Esto hace cuatro años, teniendo en cuenta inflación y la mejorada tecnología, no ha subido excesivamente de precio.
Este SUV compacto busca competir en el segmento premium. Si lo comparamos con el CUPRA Formentor parte de los 34.730 euros con mecánica gasolina de 150 CV y cambio manual, que es de etiqueta C. Y por ejemplo el Mercedes-Benz GLA arranca en los 46.503 euros en su versión 200, con mecánica microhíbrida de 163 CV y cambio automático. El todocamino de Mazda es más asequible y ofrece un equipamiento más completo que las versiones de acceso de los mencionados modelos.