Cuando un fabricante de automóviles pone en el mercado un nuevo modelo de coche, anteriormente ha habido un periodo de entre tres y cinco años que incluye en su fase final la realización de miles de pruebas físicas, algunas en pistas cerradas y otras en carreteras abiertas al tráfico. Normalmente esos coches de pruebas llamados "mulas" cuando todavía están en fase prototipo, llevan su carrocería camuflada para no descubrir su aspecto exterior. Así es como hemos probado el nuevo BMW iX que llegará en 2025, y te contamos todo lo que podemos sobre las novedades que incorpora y cómo se percibe al volante.
¿Cómo se articula el proceso de desarrollo de un nuevo coche?
El desarrollo de un coche nuevo para un fabricante de automóviles es un proceso complejo que puede durar entre 3 y 5 años, dependiendo de la tecnología involucrada, el segmento del vehículo y las capacidades del fabricante. Estas serían de forma muy genérica las principales etapas en las que se divide el proceso:
1. Investigación y concepto (6-12 meses)
- Análisis de mercado: identificar las necesidades del consumidor, tendencias y competidores.
- Definición de objetivos: decidir el segmento, precio, prestaciones, eficiencia y características tecnológicas.
- Diseño inicial: se crean bocetos conceptuales y modelos 3D iniciales.
- Viabilidad técnica y financiera: se evalúan los costes y las implicaciones técnicas del proyecto.
2. Diseño y prototipos (12-18 meses)
- Diseño exterior e interior: se crean diseños más detallados con foco en la estética, la aerodinámica y cómo estos elementos se combinan con la funcionalidad.
- Creación de maquetas: se desarrollan maquetas físicas generalmente en arcilla y digitales (CAD) para pruebas iniciales.
- Simulaciones: pruebas virtuales de seguridad, rendimiento aerodinámico y durabilidad que en los últimos años han llegado a niveles de realismo tan considerables que han reducido los tiempos de pruebas reales.
3. Ingeniería y desarrollo (18-24 meses)
- Plataforma y arquitectura: decisión sobre la plataforma (puede ser nueva o existente) y el diseño estructural.
- Desarrollo de sistemas: incluye motores, transmisión, suspensión, frenos, sistemas eléctricos y software.
- Pruebas de prototipos: vehículos iniciales se prueban en laboratorios y pistas de pruebas, evaluando seguridad, fiabilidad, consumo y comportamiento.
4. Validación y pruebas finales (12-18 meses)
- Pruebas en condiciones reales: los prototipos como este, se prueban en diferentes climas y condiciones para llevarlos al límite.
- Cumplimiento normativo: asegurar que el vehículo cumpla con las regulaciones de seguridad y emisiones en los mercados donde se comercializará.
- Mejoras finales: ajustes basados en los resultados de las pruebas.
5. Producción y lanzamiento (6-12 meses)
- Preparación de la fábrica: configuración de líneas de producción y aseguramiento de la cadena de suministro.
- Producción piloto: producción limitada para garantizar calidad y optimizar procesos.
- Lanzamiento comercial: presentación oficial, campañas de marketing y distribución a concesionarios.
Procesos de mejora contínua
La puesta a la venta de un nuevo modelo de automóvil no quiere decir que las pruebas de desarrollo del mismo concluyan. Generalmente los equipos de I+D+I siguen trabajando en busca de potenciales mejoras y ajustes, ya pensando en la siguiente generación del modelo que debería llegar en un plazo de 3 o 4 años.
Estos trabajos de mejora de un modelo ya puesto en el mercado han ganado peso con la llegada de los coches eléctricos y los coches conectados. Éstos, por la naturaleza de su tecnología, que es nueva para la mayor parte de fabricantes tradicionales de automóviles, son susceptibles de mejoras en plazos de tiempo más cortos que los que nos tenían acostumbrados los coches de combustión.
La tecnología de actualización OTA (Over The Air) que afecta al software y gestión de estos coches permite conseguir mejoras en rendimiento y eficiencia que serían impensables en un coche de combustión tradicional. En estos, una vez que se ponía a la venta, había que esperar hasta el restyling o puesta al día para recibir algún tipo de mejora.
Todo este rollo que os he contado hasta ahora, sirve para contextualizar el coche que hoy nos ocupa. Se trata de la actualización del BMW iX que llegará durante la primera mitad del año 2025.
BMW puso a la venta la primera generación del BMW iX, su primer SUV grande 100% eléctrico para el segmento de lujo, allá por el año 2021, tras desvelado inicialmente como concept car en 2018 en el Salón del Automóvil de París bajo el nombre de Vision iNext.
Ahora, tres años después, le toca una profunda renovación que afectará principalmente a detalles de diseño y equipamiento, nuevas versiones y sobre todo un ajuste en los sistemas de gestión de la eficiencia para conseguir que el coche sea mejor y pueda realizar más kilómetros con su batería de 105 kWh.
Al volante del BMW iX de 2025
Aunque este modelo se fabrica en la planta alemana de Dingolfing, fue en Carolina del Sur (Estados Unidos), lugar donde BMW fabrica la mayor parte de modelos de la familia X, donde hemos tenido ocasión de conducir la actualización del BMW iX que llegará al mercado en 2025. Aunque fue un breve pre-drive, ha sido suficiente para poder contaros algunas cosas sobre él y sobre lo que se siente al conducirlo.
Siguiendo con los principios que marcaron las primeras creaciones de BMW i, como el i3 o el i8, el BMW iX utiliza en su fabricación una mezcla de aluminio, acero de alta densidad y plástico reforzado con fibra de carbono con el objetivo de tener una alta rigidez estructural y un peso contenido, aunque como buen coche eléctrico de este segmento, estamos ante un coche que supera las dos toneladas y media de peso.
Con semejante masa, la eficiencia energética para moverlo supone un reto. Por eso, en BMW han estado trabajando en este sentido y nos aseguran que el nuevo BMW iX mejorará su eficiencia en torno a un 10%, lo cual es mucho para no cambiar el hardware o las partes físicas principales que componen el coche, como carrocería, motores o baterías.
Cuando probamos el BMW iX, nos pareció un ejemplo de refinamiento y suavidad de marcha. Un coche súper silencioso, capaz de ofrecer un nivel de confort de marcha que solo pueden conseguir las grandes berlinas de representación o los coches del segmento super lujo.
Esta nueva generación me ha parecido incluso más refinado, con una facilidad de marcha absolutamente pasmosa. Se ha optimizado el balance y equilibrio entre la dinámica y el confort de marcha con la llegada de nuevos cojinetes al eje trasero.
También se ha optimizado las fricciones de los cojinetes de ambos ejes, y se han montado nuevos neumáticos de baja resistencia a la rodadura que ayudan a optimizar la eficiencia y a que el coche se perciba más suave si cabe desde el puesto de conducción.
Más allá de eso, se han recalibrado las suspensiones para mejorar el comportamiento dinámico en base a su peso y a su condición de coche eléctrico en el que la mayor parte de este, está situado en el piso que es donde se alojan las baterías.
La versión más potente y prestacional era la que pudimos conducir bajo este manto de camuflaje. Se llamará iX xDrive60 (sin M) y aunque todavía desconocemos cuál será el nivel de potencia y sus prestaciones exactas, sí que sabemos que tendrá un motor en cada eje, de ahí lo de xDrive.
El BMW iX con paquete deportivo M Sport
Inicialmente el BMW iX se posicionaba como un SUV grande del segmento lujo. Un auténtico salón rodante que costaba como base 105.650 euros y que pretendía ofrecer a sus ocupantes un nivel de confort y calidad de marcha como solo puedes encontrar en un coche de primer nivel.
Pero entendemos que ciertos clientes debieron echar en falta una versión con un posicionamiento y un diseño algo más deportivo, como suele ocurrir en la mayor parte de coches del fabricante alemán.
Por eso, el nuevo BMW iX tendrá la opción de combinar sus características intrínsecas de lujo con un paquete deportivo M Sport que afectará a su diseño exterior y al equipamiento interior.
Aunque el coche que pudimos conducir por los alrededores de Spartanburg llevaba el interior cubierto por telas para evitar descubrir sus cambios, uno de los más evidentes es el nuevo volante para estas versiones deportivas.
Mientras el BMW iX tiene un volante casi cuadrado, con laterales y parte superior e inferior totalmente achatadas, este nuevo iX M Sport lleva un volante totalmente redondo con aro grueso y acolchado, el mismo que podemos encontrar en cualquier otro modelo de la gama con acabado M.
Además, las butacas planas y súper confortables que venían de serie en el BMW iX de primera generación se han cambiado en los modelos con paquete M por unos asientos de corte deportivo multifunción con mayor apoyo lateral, que pueden ir tapizados en material Dynamica/Sensatec perforado o en piel natural en opción.
Con la llegada del paquete deportivo M también se incorpora al iX un salpicadero bitono con el logotipo de M incrustado, pedales M, la consola central en negro brillo o detalles de acabado en color plata oscuro para realzar su deportividad.
Más equipamiento de serie y en opción
No solo llegan novedades relacionadas con la eficiencia al nuevo BMW iX. También tendrá un equipamiento de serie más completo, lo cual es algo a tener en cuenta porque algunos de esos elementos también suponen sobrepeso y podrían ir en contra de ese 10% de mejora de eficiencia del nuevo modelo.
Por ejemplo, serán de serie los asientos delanteros y volante calefactados, el sistema Driving Assistant Plus o el equipo de sonido formado por Harman Kardon.
También tendrá sistema de aparcamiento automático mejorado, capacidad de conducción autónoma en autopista de nivel 2+, cambio de carril con gestos para la confirmación y la opción de aparcarlo y desaparcarlo desde el teléfono móvil.
En opción llegan novedades como un gigantesco techo panorámico de cristal, cierre suave y asistido de puertas, y otros elementos que le siguen posicionando en el segmento de los BMW de alta gama, al nivel de un Serie 7 por citar un ejemplo.
Conclusiones del BMW iX 2025
Apenas estuvimos conduciendo esta "mula de pruebas" camuflada del nuevo BMW iX 2025 media hora, pero fue tiempo suficiente para comprobar cómo es un coche que se sigue manteniendo por méritos propios entre lo mejor de los de su clase, listo para plantar cara a coches como el Mercedes EQS SUV o el Tesla Model Y por citar a dos de sus rivales más directos.
Si los aproximadamente 700 kilómetros de autonomía que debería alcanzar con esa mejora del 10% en la eficiencia se confirman, el nuevo BMW iX estará preparado para convencer a esos clientes que busquen un SUV de muy alta gama 100% eléctrico con los últimos avances del mercado en cuanto a asistencias a la conducción y el equipamiento más avanzado.
Además la llegada del paquete M Sport al BMW iX servirá para calmar las ansias de esos clientes que echaban en falta la deportividad que esperas encontrar en un BMW, aunque el planteamiento del coche y su peso sean por naturaleza opuestos a esos valores. Solo queda que en nuestro país las ventas de coches eléctricos terminen de despegar, pero eso ya no es labor del fabricante que, como han demostrado con esta nueva generación, ya ha hecho los deberes.
