Porsche sabe como nadie, diversificar su gama hasta crear más de 30 modelos sin contar versiones especiales, partiendo de solo cinco bases: Boxster, Cayman, 911, Panamera y Cayenne. Uno de los últimos modelos en llegar al mercado ha sido el Porsche Panamera GTS del que hoy comenzamos una prueba muy especial.
Si hace unos meses el Porsche Panamera S Hybrid consiguió conquistarnos con su suavidad y ridículos consumos, la versión que hoy nos ocupa tiene un planteamiento completamente diferente al de este. Su objetivo es emocionar a cualquiera de los cuatro pasajeros que caben en su interior, y lo consigue más que de sobra.
Además es una de las versiones de la gama Panamera con una personalidad más marcada, gracias a la combinación de elementos de muchas otras versiones, sobre todo del Panamera 4S, del Turbo y del Turbo S. ¿Os venís?
Estéticamente el Porsche Panamera GTS destella por los muchos detalles que le hacen diferente al resto de sus hermanos. Si entre un Porsche Panamera S y un Panamera Diesel apenas hay diferencias, entre este y el resto de modelos hay muchas.
Manteniendo el semblante bajo, ancho y plano que caracteriza al Panamera, el GTS lo adereza con algunas guindas muy vistosas. Por comenzar por la parte delantera, en ella destaca el faldón delantero heredado del Panamera Turbo, que está marcado por una gran boca de aire frontal y dos en los laterales que integran en su interior los faros diurnos de LED continuo, también específicos del Turbo y de este modelo.
También las ópticas Bi-Xenón están heredadas del Panamera Turbo, pero hay un detalle que diferencia a las del GTS. En el caso de nuestro protagonista de hoy, las molduras en las que se engarzan los faros están teñidas en color negro, dándole por tanto un aspecto mucho más deportivo y agresivo.
Si seguimos recorriendo hacia la trasera con la vista la escultural figura del Panamera GTS, pronto llegamos a las salidas de aire situadas detrás de las ruedas delanteras, justo al final de las aletas. Éstas aparte de marcar las formas que de la cintura que recorre las puertas hacia atrás, también van pintadas en color negro brillante.
Así combinan a la perfección con los bajos laterales, los marcos de las ventanillas y el alerón posterior, todos ellos en el mismo color negro brillante. Estos detalles le comienzan a conferir un aspecto muy deportivo, pero todavía quedan muchos detalles que repasar.
Si nos fijamos en la parte inferior de las puertas, hay un detalle que le delata. Saltándose toda la elegancia y refinamiento que caracterizan al resto de la gama Panamera, el GTS se desmelena con un toque más agresivo protagonizado por las letras Panamera GTS situadas en la parte inferior de las puertas. Es una opción sin sobreprecio, pero le da un toque muy racing. A mi me han gustado.
La parte trasera con su forma redondeada, rompe con su armonía cuando superamos los 90 km/h. Es entonces cuando el espectacular alerón se despliega y le confiere, además de la carga aerodinámica necesaria para no salir volando, una imagen mucho más desarollada.
El alerón lo hereda del Panamera Turbo, de forma que éste se despliega a través de un movimiento de lo más característico, en dos fases. Primero sale hacia arriba, de forma rápida en cuanto pasamos de 90 km/h, para a continuación desplegarse hacia los lados y ocupar casi todo el ancho del coche.
Esta operación se realiza como es lógico de forma automática, y el alerón se esconde cuando bajamos de 90 km/h. Eso si, también hay disponible un botón en el salpicadero por si en algún momento quieres dejar impresionado a alguien enseñándole como funciona.
En la trasera también encontramos el logotipo Panamera GTS siutado justo debajo del alerón posterior. La zaga se completa con dos salidas de escape dobles en color negro, que se integran de forma muy discreta en la parte inferior del faldón trasero, también de ese color.
Uno de los detalles más característicos del GTS es el diseño de sus llantas. Se trata de unas multiradio muy finas, que nada tienen que ver con las del resto de la gama. Con un toque oscuro, permiten ver a la perfección a través de ellas las pinzas de freno pintadas en color rojo.
Además la unidad de pruebas llevaba las opcionales de 20 pulgadas, que por poco más de 1.800 euros, mejoran considerablemente el aspecto del coche dotándole de mayor robustez y un aspecto más deportivo si cabe.
Si a todo esto unimos que la carrocería es 10 milímetros más baja que en el resto de la gama Panamera, el resultado es sin duda el modelo más deportivo de la gama, un coche diseñado para aquellos cuyo coche es más habitual de ver en el paddock del circuito que en el Club de Golf más cercano a su ciudad.
Un interior acorde con lo que esperamos
Si el aspecto exterior no deja indiferente a nadie y hace que el Panamera GTS destaque más si cabe por encima del resto de coches, en el interior también hay una serie de detalles que le hacen diferente.
La base es la misma que en un Panamera corriente: un habitáculo muy amplio, con cuatro plazas individuales, todo lujo de detalles y una botonería en el salpicadero que abruma a más de uno. La calidad de todos los materiales es excelente.
A todo esto, unimos una serie de pinceladas que le dan carácter más deportivo. Por un lado los asientos están tapizados en una perfecta combinación de alcántara y piel. El alcántara se sitúa también por todo el techo sin sobreprecio, y por último en los cuatro asientos encontramos la inscripción GTS bordada sobre los reposacabezas.
A juego con las costuras en color Plata GT (el mismo de la carrocería), los cinturones de seguridad de las cuatro plazas están fabricados en ese mismo color, aunque también están disponibles en Rojo Carmín sin sobreprecio.
Por último para los que todavía no se hayan dado cuenta de que están montando en la versión GTS, las molduras de las puertas y las tres letras inscritas en la esfera del cuentarevoluciones se encargan de aclarárselo.
Y ya que hablamos de montarnos en él. ¿Lo hacemos y lo ponemos a fondo? Eso tocará mañana…