Al igual que su compatriota (y rival) BMW, Porsche siempre ha mantenido sus puertas abiertas a todos aquellos artistas de renombre con ganas de darle una nueva perspectiva a sus coches. Una de las primeras en hacerlo fue la incomparable Janis Joplin con su propio 356 C, en pleno apogeo del fenómeno 'hippie'.
Desde entonces la lista no ha dejado de crecer, siendo Sean Wotherspoon el último en ingresar en este club de ilustres creadores. Este diseñador e influencer estadounidense ha tomado como base un Taycan 4 Cross Turismo y lo ha transformado en una experiencia rodante, por encima de todo, muy colorida.
Sin cuero, pero con corcho
Con la total colaboración de Porsche a su disposición, Wotherspoon no se puso barreras y optó por cubrir el coche con varios colores a la vez. Así, guiándose en buena medida por la delimitación de las piezas de la carrocería, alternó partes en amarillo (como las aletas frontales y el paragolpes posterior) con otras en verde y morado (paragolpes delantero y puertas laterales).
Todas estas tonalidades se combinan a su vez con el azul del bastidor el cual puede apreciarse en puntos como el techo, el capó o los bajos del chasis. El resultado final, acompañado por las llantas en negro brillante, evoca según su autor el colorido y el espíritu juvenil y disruptivo de las zapatillas que él mismo diseña y comercializa.
No obstante a nosotros, además de todo eso, también nos retrotrae inevitablemente a los años noventa, cuando a Volkswagen le dio por mezclar piezas de varios colores creando con ello el fenómeno pop que fue el Polo 'Arlequín'.
Curiosamente, el interior de este Taycan Cross Turismo ordena los colores mucho mejor que el exterior. Aquí el azul pierde algo de protagonismo quedándose en los asientos y la parte superior de las puertas, mientras el verde ocupa el resto de estos paños extendiéndose hasta la moqueta y la parte inferior del salpicadero. El morado, por su parte, se queda en detalles como el aro del volante o el reposabrazos central.
Además de los tonos, importan también los materiales. En el habitáculo del Taycan saltan enseguida a la vista los elementos fabricados en corcho, como la mitad superior del salpicadero o el revestimiento de los pilares del techo.
Un recurso tan creativo como sostenible, al igual que el resto de medios empleados en la obra. Cada detalle fue escogido de forma minuciosa por el propio artista, quien viajó varias veces al estudio de diseño de Porsche en Weissach.
Allí contó con la ayuda de los técnicos de la Exklusiv Manufaktur de la marca para dar con la formulación exacta de cada color, así como seleccionar la tela de pana y tejidos sintéticos que componen los tapizados. Y es que, como el vegano convencido que es, Wotherspoon no quería ni por asomo recurrir al habitual cuero.
La obra, desvelada en Instagram por el mismo autor, supone ya la cuarta ocasión en que un artista recurre al Taycan para desatar su locura creativa. En el pasado, otros como Richard Phillips o Dale Chihuly ya tomaron al eléctrico de Stuttgart como lienzo de lujo.