Si hace unos días nos topamos con un Maserati Levante atrapado en la arena de la playa de Marbella, hoy nuestro protagonista es este Skoda Karoq de alquiler que ha acabado a remojo en el mar.
Ha ocurrido en la cala de Les Bassetes, en Alicante, que se sitúa entre los municipios Calpe y Benissa. De ello hemos tenido noticia gracias a una foto publicada en Twitter por Social Drive, que suele mostrar habitualmente pasadas de frenada varias.
A vueltas con el freno de estacionamiento
Según esta plataforma social de avisos para automovilistas, el SUV de Skoda acabó en el agua porque su conductor se olvidó de poner el freno de mano al estacionarlo. Pero lo cierto es que es un misterio pues podrían cuadrar varías teorías.
Olvida poner el freno de mano y el coche de alquiler acaba en el agua
— SocialDrive (@SocialDrive_es) July 7, 2022
Les Bassetes, Alicante pic.twitter.com/NZg2lohcbC
El nuevo Skoda Karoq incorpora freno de estacionamiento eléctrico, que se activa automáticamente si el cambio es DSG automático, pero hay que accionarlo si la caja es manual.
Así, si por ejemplo este modelo de alquiler era de cambio manual, el conductor bien podría haber olvidado activar el freno. Pero también podría caber la posibilidad de que lo aparcara en plena playa, accediendo desde el aparcamiento tras encontrarlo lleno, y que subiera la marea, dejándolo varado de esta guisa.
Sea como fuere la imagen no tiene precio, con varios bañistas realizando paddle surf alucinando con semejante impronta.
Teorías aparte, la broma le puede salir cara al conductor en forma de estupenda multa, que obviamente le computará la empresa de alquiler. Por la pegatina que luce en el la luna trasera, por cierto, parece ser Centauro.
Y es que según la Ordenanza Municipal que rige las normas de las playas del término municipal de Calpe, entre las que se incluye la cala de Les Bassetes, tanto circular como estacionar en la playa con un vehículo no autorizado supone una infracción muy grave.
La sanción por cometerla puede elevarse hasta a 3.000 euros. Y, desde luego, a la empresa de alquiler no le habrá hecho la más mínima gracia la jugada.