¿Qué pasa con la gente que se pega un piñazo en el desierto? La otra cara de los rallys
Competir y ganar en el desierto es una de las mejores experiencias que cualquier piloto puede tener en su vida. Miles de kilómetros a la redonda en los que están solos -con su copiloto, obviamente- ante la aventura. Pero no todo es color de rosa, cada metro en el desierto supone un reto que en cualquier momento, puede terminar en tragedia.
¿Qué sucede con esas personas que se encuentran de pronto en medio de la nada con su coche destrozado? ¿Qué sucede con la gente que se pega un piñazo en el desierto? Hemos tirado de pilotos y reglamentos para descubrirlo.
Localizados en todo momento
La seguridad en los rallys ha mejorado mucho a lo largo de los años gracias a la aparición de nuevas tecnologías. Además de los sistemas de seguridad pasiva que todos los coches de competición incorporan a día de hoy -cinturones de seguridad, jaula, airbag-, se han instalados dispositivos de rastreo que permiten mantener vigilados vía GPS a todos los participantes de cualquier prueba.
Hace años, en rallys que transcurrían por zonas poco habitadas o en los inicios de grandes pruebas como el Dakar los participantes que se perdían o tenían un accidente en medio de la nada, tenían que rezar para que alguien les encontrase y pudiesen dar la voz de alarma. En más de una ocasión la policía y el ejercito tuvieron que intervenir para rastrear zonas en busca de pilotos.
Angustiosa fue en 1982 la búsqueda de Mark Thatcher, hijo de Margaret Thatcher, entonces primera ministra de Reino Unido. El vástago de la política, acompañado de su copiloto, la francesa Charlotte Verney, y de su mécanico, Claude Garnier , se encontraba tomando parte en el Rally de Dakar de aquel año cuando a 1.500 metros de la frontera con Árgel se le perdió la pista. El ministro de defensa francés en aquel momento, Charles Hernu, envió tres aviones para buscar por la zona el Peugeot 504 blanco con el que participaban los británicos.
"El único medio de contacto que les queda a los que se hallan perdidos o tirados en el desierto es un espejo -con el que atraer la atención de los aviones o helicópteros" explicaban en el diario El País en una de las informaciones sobre la desaparición. Finalmente, los tres fueron encontrados sanos y salvos.
A día de hoy una situación similar sería impensable. Todos los coches, de las principales categorías off road, cuentan por normativa con un sistema de rastreo homologado, conectado directamente a los motores para que funcionen sin interrupción las 24 horas del día. Tanto pilotos como organización son conscientes que de este sistema depende directamente su rescate en caso de tener que pedir auxilio.
En las directrices generales de la Copa Mundial de Rallys Cross Country, regulado por la FIA -y al que pertenece la Baja Aragón, en el artículo 28 se hace referencia precisamente a este sistema.
28.1 A fin de mejorar la seguridad de los participantes, se instalará un sistema de seguimiento en cada vehículo. Esto incluye un medio para que un competidor se comunique con el Control del Rally.
28.2 Este sistema debe estar en funcionamiento en cada etapa (durante día y noche) y debe estar conectado directamente a la batería del vehículo, sin interrupción posible.
28.3 La operatividad del sistema es responsabilidad del competidor. Si se observa que el sistema no está en funcionamiento, se aplicará una sanción de una hora más una multa económica de 300€ y se pasará aviso a los comisarios que podrán tomar medidas adicionales.
En este mismo sentido, el Dakar desarrolló su propio sistema de localización. El conocido como Iritrack es obligatorio para todos los participantes, incluso en las etapas de enlace.
29P7 IRITRACK. El Iritrack es un sistema de seguimiento de los vehículos por satélite, implementado por la Organización y obligatorio para todos los Competidores. Las alarmas y alertas pueden encenderse ya sea automáticamente, o manualmente.
-modo automático: alarma con golpe violento (decelerómetro), seguida de un stop de 3 minutos, inclinaciones anormales (clinómetro), seguidas de un stop de 3 minutos.
-modo manual: botón azul: llamados al PCO, botón rojo: accidente con daños corporales, botón verde: accidente sin daños corporales o averías.
Por otra parte, en todo momento, el PCO puede aclarar dudas mediante la interrogación por teléfono del Competidor.
Durante toda la duración del Rally, el Competidor es considerado responsable del buen funcionamiento de su Iritrack. Deberá estar en funcionamiento y seguir conectado en permanencia, con la alimentación y la antena conectadas, durante la duración de cada Etapa. todo intento de fraude constatado (pérdida, destrucción, apagado, etc.) acarreará una penalización decidida por el Colegio de Comisarios Deportivos y que puede llegar a la Exclusión.
Se negará la largada a todo Competidor / Equipo cuyo Iritrack no funcionase a la largada de un CH Enlace. Tendrá unos 30 minutos para ponerse en conformidad sin tener penalidades. Pasado este tiempo impartido, se aplicarán penalidades por retraso.
Además, desde hace ya varios años, los pilotos llevan en sus coches un teléfono vía satélite -los smartphones están prohibidos ya que disponen que un sistema de navegación prohibidos- que les pone en contacto con cualquier punto del mundo. Hace un tiempo que no es extraño ver a los pilotos parados al teléfono con sus mecánicos, o informando a su familia de que han salido ilesos del accidente que en unas horas verán por televisión.
Asistencia por cielo y tierra
Cada vez son más las competiciones que cuentan con helicópteros para asistir a los participantes que puedan necesitar ayuda. En este tipo de competiciones, de las que estamos, que transcurren por desiertos, zonas de difícil accesibilidad y donde se cubre gran cantidad de kilómetros, la importancia de disponer de este tipo de ayudas vía aérea, son fundamentales. Unos minutos pueden marcar la diferencia.
Salvador Servià, exdirector del Circuit de Barcelona Catalunya y expiloto, afirmó en una ocasión a La Vanguardia: "Cuando te mueves a 200 km/ h sobre las arenas del desierto una piedra o un hoyo pueden matarte. Demasiado lento, encallas; demasiado rápido, vuelcas… ¿Acaso no es esto un arte?". A nuestro parecer, realmente lo es.
Son miles de cosas las que pueden fallar, desde la mecánica del coche, la 'mecánica' del propio piloto, agentes externos... Nadie elige cuándo le aparece, digamos una oveja, en el camino.
Desde hace varios años, cuando un piloto haya solicitado ayuda sea del origen que sea, se activa un dispositivo de seguridad en el que las asistencias acuden en su ayuda por tierra y aire. En el Dakar actual cuentan con doce helicópteros, entre los de prensa, los empleados por la organización y los de rescate. En caso de accidente tienen la capacidad de estar en el lugar del suceso en menos de 10 minutos.
Por fortuna no siempre es necesaria la intervención de la organización. En este tipo de competiciones, donde lo importante es seguir con el camino y perder la menor cantidad de tiempo posible en pequeños incidentes, la figura de los vehículos de asistencia contratados por los equipos cobran una importancia especial. Los grandes equipos antes de llegar al Dakar, contratan a pilotos con menos posibilidades para que en caso de necesidad, asistan a sus pilotos.
En la primera etapa del Dakar de este año 2017, pudimos ver a Nasser Al Attiyah llegando al campamento remolcado por su compañero Giniel De Villiers tras haberse incendiado su Toyota en la etapa de enlance. Así pues vemos que el compañerismo también cobra gran importancia. En este caso, De Villiers no perdió ni un solo segundo, ya que había finalizado la etapa cronometrada, y además en primera posición. ¿Y qué pasa si la etapa cronometrada no ha terminado y un piloto ve a otro accidentado?
La soledad del desierto
Cuando conversas con pilotos que han competido en el desierto, todos hacen referencia a la soledad del desierto. Aquellos que compiten en coche tienen la ventaja de hacerlo junto a su copiloto , y cuando las cosas se ponen difíciles tienen un brazo al que agarrarse. En el caso de las motos, esta soledad se ve magnificada.
Uno de los mantras de este tipo de competiciones es el compañerismo por encima de todo. Cuando un piloto ve a otro tirado en la calzada con problemas, suele pararse. Es cuestión de principios, si alguien tiene problemas y pueden echarle un cable, lo harán. De hecho, la organización les devuelve el tiempo que hayan empleado.
Cierto es, que ese compañerismo está más presentes en los pilotos que nos se están jugando la victoria, salvo que haya un accidente grave por medio. "El compañerismo existe, no es una leyenda. Cuando es un problema mecánico, los pilotos de cabeza no paran, porque enseguida ven que es un problema mecánico y entonces piensan que ya te ayudará tu equipo o un amigo. Pero en caso de accidente, todos paran", explicó Isidre Esteve a **Motorpasión* tras el Dakar de este año.
"Lo primero que hace es pensar que solo tiene 24 horas para tener que abandonar el Dakar. Si lo puedes solucionar es magnífico, porque solo es trabajo. Si es un problema mecánico y no lo puedes solucionar que te obliga a abandonar, imagínate, ¡abandonas el reto de tu vida!" agregó Esteve. El objetivo de todos los pilotos es conseguir llegar a tiempo de comenzar la siguiente etapa. En competiciones para las que los pilotos que se preparan durante todo un año como para el Dakar, el objetivo de la gran parte de los participantes, es terminar.
Por suerte, los avances tecnológicos permiten cada año salvar miles de vidas tanto en circuitos como en terrenos tan complejos como las dunas. Llegar a tiempo a socorrer a los pilotos ha reducido notablemente el número de pérdidas. A día de hoy, pegarse un piñazo en el desierto, tan sólo supone, por fortuna, un puñado de euros y en algunos casos, una retirada.