Sébastien Loeb ya es, por títulos, el piloto más laureado de la historia. Con el logrado este fin de semana, el francés supera a otros heptacampeones como Michael Schumacher, Richard Petty (en la NASCAR) y el más desconocido de todos, Tony Schumacher. Una de las leyendas de las carreras del cuarto de milla de la National Hot Rod Association.
El Rally de Gales cerraba el campeonato con una lucha a dos, la que se viene repitiendo en los últimos años, entre Loeb y el piloto de Ford, Mikko Hirvonen. Pero el duelo terminaría antes de lo previsto antes los problemas de motor del finés. Sin Hirvonen en pista, Sébastien Loeb era el nuevo campeón del mundo. Por octava vez…consecutiva.
Pero no tener que luchar por el título, hizo que Loeb pudiera luchar por la victoria en uno de esos rallyes que todo piloto quiere ver en su palmarés. El testigo dejado por Mikko Hirvonen lo recogió otro piloto Ford, Jari-Matti Latvala. La lucha, cuestión de pocos segundos (algo no muy habitual en un rally de tierra), terminó cuando Loeb tenía que abandonar al sufrir un accidente con otro vehículo en uno de los enlaces. Como curiosidad, el coche que provocó el accidente estaba conducido por un aficionado español, íntimo amigo de Dani Sordo. Con el título ya en el bolsillo, este incidente no será más que una anécdota. Por suerte.
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