Lo que más frena el cambio a un coche eléctrico es esencialmente el precio. Los condicionantes, como la autonomía, los tiempos de carga y hasta cierto punto la deficiente red de carga pública, no son nada en comparación del precio. Recordemos que un eléctrico cuesta de media unos 10.000 euros más que su equivalente de gasolina o híbrido.
Sin embargo, Nissan afirma que sus coches con motor de combustión interna y los que funcionan con baterías costarán lo mismo en 2030. Así lo afirma la marca en su presentación de su nuevo y ambicioso plan, bautizado "The Arc", para reinventarse ahora que se ha liberado del control que ejercía Renault sobre la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
Nissan no va con medias tintas y pretende aumentar el volumen de sus ventas mundiales en un millón de vehículos, desplegar baterías de litio-hierro-fosfato y de estado sólido y reducir los costes de los vehículos eléctricos de nueva generación en un 30%.
Baterías LFP para los coches más baratos
Para ello, quiere lanzar hasta 30 nuevos modelos a nivel global. Europa será probablemente el mercado que requerirá más inversión y con el objetivo más importante.
A pesar de que sólo se prevén seis nuevos modelos de aquí a 2026 para nuestro continente, Nissan tiene como objetivo alcanzar el 40% de sus ventas en vehículos eléctricos dentro de sólo tres años. Es la proporción de eléctricos más alta de todo su nuevo plan.
Para reducir el precio de sus coches, Nissan quiere reducir en un 70% las piezas no técnicas (esencialmente estéticas) y adoptar la fabricación modular para sus coches. En ella, la línea de producción de vehículos se acortará, reduciendo el tiempo de producción por vehículo en un 20%.
Además de baterías de iones de litio, tipo NMC (níquel, manganeso, cobalto), Nissan contará con baterías LFP (litio hierro fosfato) desarrolladas y fabricadas en Japón para los modelos más asequibles, reduciendo en un 30% el precio de coche, con respecto al actual Nissan Sakura (un kei car eléctrico).
Y baterías de estado sólido a partir de 2029
Sin embargo, el verdadero golpe sobre la mesa de Nissan llegaría después en 2028/2029 con la confirmación de las baterías sólidas:
"Nissan mejorará significativamente las baterías NCM, reduciendo los tiempos de carga en un 50% y aumentando al mismo tiempo las densidades energéticas en un 50% en comparación con el Ariya".
Eso significa que en una batería con las mismas dimensiones y peso que la actual batería de 63 kWh del Nisan Ariya de acceso a gama se podrían almacenar casi 95 kWh.
Eso sí, deberíamos moderar nuestro entusiasmo con ese anuncio. Y es que Nissan, al igual que todos los fabricantes que investigan las baterías de estado sólido, se enfrenta al principal escollo de estas baterías: la fase de industrialización.
Hasta ahora, sólo SAIC, la dueña estatal de MG e IM ha anunciado un coche con batería de estado sólido. Lo hizo a principios de marzo en el reducido Salón de Ginebra con la presentación del IM L6, pero sin dar detalles técnicos.
En un principio se trata de una batería de estado 100% sólido y no una batería semisólida. Sin embargo, el IM L6 empezará a venderse en breve en China y en las versiones homologadas en el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información no consta ninguna variante con batería de estado sólido. Lo que implica que su industrialización no se hará a corto plazo.
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