Ayer en Málaga, Nissan dio la sopresa al final de una rueda de prensa que tenía a sus modelos crossover como protagonistas. Y es que cuando acabó la presentación, se descubrió el aspecto definitivo del impresionante Juke-R, el pequeño SUV que hereda la mecánica del Nissan GT-R.
Ya lo avanzaba Javier Costas hace unos días, no se trataba de una broma. Es más, me atrevo a decir que es un juguete muy serio. El objetivo que Nissan tiene con este modelo, es crear el Crossover más rápido y potente del mundo, algo que tienen fácil teniendo en cuenta que bajo el capó delantero se esconde el motor V6 turbo del Nissan GT-R, que desarrolla más de 500 caballos de potencia.
Por el momento solo se han construído dos unidades, una con volante a la izquierda y la otra con volante a la derecha. Y comenzarán a realizar tests con ellos a partir del mes de Noviembre, primero en carretera y luego en circuito. No tengo dudas de que Nürburgring Nordschleife será uno de los escenarios de estos tests invernales. No se venderán, son solo demostradores tecnológicos.
Creo que las marcas que en el contexto actual de crisis e incertidumbre, en estos momentos en que todo proyecto se mide hasta el más mínimo detalle se atreven a apostar por creaciones de este tipo, creaciones que emocionan a los verdaderos apasionados de la conducción y los “cacharros” más extraños, se merecen un aplauso por atreverse a dar un paso así. Yo les aplaudo.
En Motorpasión | Nissan Juke-R: no era una broma
