Hace más de un año que en el mundillo de las dos ruedas se viene hablando sobre la nueva deportiva que estaría preparando Honda para 2012. Sería un cambio radical. Un paso adelante en la familia de la CBR para ponerse a la altura de BMW o Aprilia. Un motor de cuatro cilindros en V que haría temblar a toda Europa a la vez que devolvería el honor y el respeto que sus colegas japoneses le han estado perdiendo en la última década. El salón Eicma de Milán era y es casi con total seguridad la fecha para darla a conocer públicamente.
Pero llegó esta semana de agosto con una noticia buena y otra mala, o varias malas. Porque resulta que nos llega toda una galería con las primeras imágenes de esa Honda CBR1000RR. Alguien de las oficinas de Hong Kong ha conseguido tener un modelo completamente funcional en su concesionario y se ha dedicado a acribillarlo con la cámara. La primera impresión, esa que tanto cuenta, es exactamente lo que sientes cuando te metes en las playas de Coruña a principios de octubre –para los que no lo hayáis hecho, debe ser equivalente a meterte en una piscina de cubiteras, grado arriba, grado abajo– .
Es decir, alegre te preparas para refrescarte con aires nuevos y te diriges a prisa a ver esa primera foto y haces un primer análisis de lo visto. Es entonces cuando te quedas de piedra –cuando el agua te llega por el tobillo vaya– y te dan ganas de darte media vuelta y olvidarte de lo que tenías pensado hacer. Sé que sobre gustos no hay nada escrito pero no puedes evitar sentirte terriblemente decepcionado al ver que el único cambio apreciable son un par de modificaciones en el frontal y unas llantas de más radios.
Ciertamente, no soy al único que Honda ha decepcionado. En motociclismo lleva más de una década viviendo de las rentas de los 90 y aprovechándose de una frase bastante famosa de entonces: Honda es Honda. Aquello ya forma parte de la historia pues no es reflejo de la realidad. Ni motor revolucionario ni si quiera algún avance técnico como el Control de Tracción que sus competidores ya montan de serie. El catálogo de Honda se ha convertido en un batiburrillo de motos de corte económico para el aprobado raspado mientras en Italia, por ejemplo, apuestan por la innovación y la pasión. Como decía uno de nuestros lectores, la crisis económica ha hecho que dejen atrás ese Power of dreams y se dejen llevar por la promesa de un mercado receptivo en un par de años para entonces renovar por completo la Fireblade. Espero de verdad que esto no haya sido más que una maniobra para despistar de algún preparador chino, famosos por hacer muy buenas imitaciones de cualquier cosa.
Con un concepto e ideales radicalmente distintos en Motorpasión Moto hemos probado una moto de capricho, creada para el disfrute de quienes saben apreciar la belleza más allá de las líneas agresivas y la potencia bruta. A lo largo de toda la semana hemos puesto a prueba la Ducati Sport 1000, analizando cada detalle. Lectura altamente recomendada si en algún momento has pensado en adquirir una de ellas o simplemente tienes curiosidad por saber cómo se comporta.
No decía al comienzo que hay varias noticias malas por decir, porque hoy me haya levantado enfadado con el mundo. No. Lo decía porque hace tan sólo un par de días llegó a nuestros oídos la trágica noticia que confirmaba la muerte de Claudio Castiglioni. Puede que no te suena prácticamente de nada pero para eso le dedicamos estas palabras. Claudio era el actual dueño y presidente de MV Agusta, el precursor y responsable del proyecto de la nueva y atrevida MV Agusta F3. Bajo su mando se desarrolló la magnificencia y hermosura hechas motos. En MV apostó por la F4, como presidente de Ducati en los 90 nos regaló la legendaria Ducati 916 o la superventas Ducati Monster. Aparte quedan también los años de gloria en competición. Su ausencia es un duro golpe a la industria del motociclismo.
Como en este caso, a veces ocurre que no damos el reconocimiento que alguien se merece hasta que nos deja y nos damos cuenta de lo que hemos perdido. En ese sentido quisimos recordar una de las hazañas que se ha vivido en competición y que tienen como protagonista a Paul Smart en Imola 1972. Tanto fue así que décadas después Ducati puso su nombre a uno de sus modelos de aspecto retro. Es una historia de las de antes, lejos de la masificación actual –aunque pasan también muchas anécdotas– y con el testimonio del propio Paul. Aunque MotoGP o la competición no sea lo tuyo esta es otra de las lecturas recomendadas de la semana.
Siguiendo con historias que te hacen sonreír y emocionarte, aunque de otra manera, contamos la historia de dos hijos que quisieron regalar por navidad a su padre la restauración completa de su Norton Commando de 1969, una moto que estaba completamente deshecha en el garaje de la casa desde que hacía muchos años falleciera en un accidente su compañero de salidas y a la vez hermano. No es sólo el hecho, sino la forma de hacerlo. Más de uno –entre los que me incluyo– ha terminado secándose las lágrimas después de ver el vídeo.
Y para acabar y no variar también os dejo algunos de los retos de la humanidad que hemos publicado durante la semana. Sí, auténticos retos que ponen a prueba las capacidades del ser humano. En concreto su capacidad para llegar a un nivel de estupidez que por desgracia se da más veces de las que nos gustaría. El otro es un auténtico Dolorpasión™ llevado a cabo por unos moteros algo violentos cansados de la dejadez a la hora de conducir de cierto elemento montado en un Porsche.
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