El Praefectos Vrbis incrementará el control de emisiones de caballos tras detectar vn Alfalfagate con hidromiel

El Praefectos Vrbis incrementará el control de emisiones de caballos tras detectar vn Alfalfagate con hidromiel
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El pueblo romano teme más un Alfalfagate que a la ira de Júpiter, y parece que sus peores pesadillas se acaban de materializar en nuestro glorioso Imperio.

El Prefecto de la ciudad de Roma ha detectado alarmantes niveles de una solución acuosa de miel llamada hidromiel en varios caballos analizados de forma aleatoria, en la frontera entre Veyes y Roma, aunque se ha descubierto el foco del escándalo en una de las mayores ganaderías de caballos de Roma: la Alfalfæ Magnificæ.

El néctar de los dioses, usado para hacer trampas

Miel

El compuesto encontrado en la orina estaba formado por el alcohol etílico que se forma al cabo de unos días hecha la mezcla de hidromiel, lo que favorece el rendimiento del equino en las magníficas carreras de carros que se celebran en el gran Circo Máximo, localizado entre el monte Palatino y el monte Aventino. Aquí recientemente se ha construido un mercado especializado precisamente en ganado, con nuevos esclavos dando el callo día y noche para el disfrute de sus dueños.

Todas las pistas indican que este dopaje ha sido planeado por los denominados aurigas o conductores de los carros, pues con el número suficiente de carreras ganadas sabemos que pueden comprar si no su libertad, buenas coronas de laureles así como jugosos sestercios. Los rumores apuntan a que Scorpus, joven ganador de más de M carreras hasta el momento, podría estar implicado en la infame trama.

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El Emperador Domiciano ha declarado en el Foro, en toda su sabiduría y en referencia al llamado Alfalfagate, que los griegos "se avergonzarían profundamente de ver cómo semejante acción tan deplorable ha sido perpetrada contra su deporte predilecto". Y ha añadido: "La hidromiel es el néctar de los dioses y así debe seguir siendo".

Asimismo, ha anunciado penas que van desde la lapidación pública, pasando por el envío a galeras hasta el entrenamiento de por vida en la honorable escuela de Gladiadores para aquellos que osen atiborrar con hidromiel a sus caballos.

La próxima carrera se celebrará en unas semanas y tiene toda la pinta de que las cohortes urbanas deberán examinar cuidadosamente a los participantes del evento. Pero no podrán contar con la ayuda inestimable de la Guardia Pretoriana, encargada de menesteres más importantes. La Mercuralia del XIV de mayo se ha quedado sin comerciante para hacer los pertinentes rituales de devoción a Mercurio y han de encontrar un sustituto digno.

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