Mazda acaba de poner en marcha una campaña agresiva de captación de clientes. Para cualquier modelo de la gama, si se compra entre junio y julio y se financia la operación, regalan cinco años de mantenimiento ó 100.000 km si llegan antes. Si es un Mazda CX-7 (2.3 DISI Turbo) o un Mazda3 MPS el plazo es hasta los 75.000 km.
Se cubre todo el mantenimiento preventivo, mano de obra y piezas, y en cualquier concesión oficial de la marca. La garantía sigue siendo de tres años ó 100.000 km, siendo los dos primeros años sin límite de kilometraje. La pega, obviamente, es que toca financiar, pero casi todas las compras se financian.
Nos dan el ejemplo del modelo más baratito que tienen, el Mazda2 Active 1.3 de 72 CV. Cuesta 12.950 euros, pero habrá que sumar 2.740,46 euros a la ecuación en concepto de gastos financieros. No conozco cuánto cuesta mantener ese coche durante cinco años, pero pensándolo friamente, es un buen negocio.
No nos obligan a financiar el coche entero, si es un Mazda2 ó Mazda3, mínimo 10.000 euros, cualquier otro modelo 15.000 euros como poco. La competencia suele ofrecer más garantía, o financiando, o pagándola, pero no exime del mantenimiento. Y ahora el gran pero… si el banco Santander dice que no, habrá sido un “pa ná”.