En el Salón de Tokio 2015, Mazda presenta su Concept Mazda RX-Vision, un prototipo de Salón con el que los de Hiroshima reivindican que no han dejado de trabajar en I+D de motores rotativos, aunque en la actualidad no los utilicen en ninguno de sus modelos de producción en serie.
El Concept Mazda RX-Vision es, pues, un toque de atención: en gasolina para Automoción, sigue habiendo vida más allá del ciclo Otto. El concept-car se presenta bajo la enseña de las tecnologías SKYACTIV, que obviamente se denomina SKYACTIV-R en el caso que nos ocupa, junto a las SKYACTIV-G y SKYACTIV-D para los motores ya comercializados de gasolina y gasóleo.
Masamichi Kogai, presidente de Mazda Motor Corporation, ha explicado en Tokio su deseo de poder seguir hablando del Concept Mazda RX-Vision en el futuro, lo que sería indicativo de que el regreso de los RX a la producción es un hecho. Sin embargo, por el momento lo que toca es esperar, entre otras cosas para ver qué reacciones desata el concept-car entre su público potencial.
Como sabemos, los motores rotativos como el que incorpora el Concept Mazda RX-Vision parten del ciclo ideado por Felix Wankel en 1924, aunque a lo largo del siglo pasado fueron evolucionando de forma definitiva para pulir las dificultades técnicas que presentaban. De diseño simple, los motores rotativos se caracterizan por su suavidad y su brío, por lo que Mazda lo incorporó ya en 1967 al Mazda Cosmo Sport 110S, que fue el primer modelo de la marca en emplear este ciclo.
Sin embargo, la presión por reducir consumos, agravada con la crisis del petróleo iniciada en 1973 y el aumento de la conciencia por la escasez de recursos propia de aquella década, hizo que la firma japonesa relegara el uso de este tipo de motores a dos modelos consecutivos: el Mazda RX-7, con 800.000 unidades vendidas entre 1978 y 2002 que lo convirtieron en el modelo con motor rotativo más vendido de la Historia, y el Mazda RX-8, a partir de 2003 y hasta 2012, cuando las exigentes normativas anticontaminación lo dejaron fuera de juego.
Precisamente por estos motivos es interesante el regreso de los rotativos bajo la denominación SKYACTIV. Mazda ha hecho siempre hincapié en la necesidad del rightsizing, que hasta ahora se materializaba en sus desarrollos de gasolina en ciclo Otto y gasóleo en ciclo Diesel. Con la aplicación del mismo concepto a los motores rotativos, se abre una vía para que estos propulsores tan pasionales ocupen su lugar en el mercado, en un momento crítico desde el punto de vista de los consumos.
Y sí, el coche en sí es precioso. De líneas casi eróticas, hace sucumbir a cualquiera. Además es tracción trasera y todo eso, pero su belleza definitiva puede estar en el interior. Si Mazda ha logrado la redondez del triángulo rotor, o no, habrá que verlo. El resultado puede ser... memorable.
Fotografía Tokio | Javier Álvarez
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