El Lamborghini Terzo Millenio fue el lienzo que utilizó la firma de Sant'Agata Bolognese para plasmar un interesante avance conseguido junto al Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT): una nueva carrocería en fibra de carbono capaz de almacenar electricidad e incluso de repararse sola.
Ahora ha ido un paso más lejos y ha patentado junto al departamento de Química del MIT un material sintético innovador que servirá como base tecnológica para una nueva generación de supercondensadores a gran escala para coches eléctricos, en los que no serán necesarias baterías.
Supecondensadores en lugar de baterías de iones de litio
El nuevo material patentado, dirigido a la mejora de vehículos eléctricos, fue sintetizado por los laboratorios del Departamento de Química del MIT con el apoyo del Departamento de Desarrollo de Lamborghini, y se basa en el concepto de 'Metal-Organic Frameworks' (compuestos organometálicos porosos), más conocidos como 'MOF'.
Estas estructuras están formadas por materiales porosos cristalinos consistentes en una matriz regular de iones metálicos cargados positivamente y rodeados de moléculas orgánicas, formando una estructura similar a una jaula.
Debido a esta estructura hueca, los MOF tienen una superficie interna extraordinariamente grande; para hacernos una idea, de más de 700 metros cuadrados por gramo.
Según explica la firma italiana, la estructura molecular de esta familia de materiales lo convierte en el candidato ideal para producir electrodos para supercondensadores de alto rendimiento en el futuro, ya que maximiza el área de superficie expuesta a carga eléctrica en relación con la masa y el volumen de la muestra.
Más específicamente, el objetivo declarado de la investigación es mejorar la densidad de energía: la patente presentada promete aumentar esta densidad hasta en un 100 % en comparación con la tecnología que hay actualmente en el mercado, superando incluso a los supercondensadores utilizados en el Lamborghini Sián, el primer híbrido de la marca presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2019.
Y es que a la hora de almacenar la energía eléctrica, el Sián no lo hace con una batería de iones de litio, sino que emplea un supercondensador tres veces más potente que una celda del mismo peso y tres veces más ligero que una batería con la misma potencia.
Esta investigación explorará la optimización adicional de las propiedades del material y su producción a una escala cada vez mayor. En términos más generales, es parte del cambio hacia la tecnología de vehículos eléctricos que Lamborghini emprendió en 2017 con la presentación del Terzo Millenio, y más recientemente con el Sián.
"La investigación conjunta con el MIT encarna plenamente nuestros valores y nuestra vocación para anticipar el futuro: un futuro en el que la hibridación es cada vez más deseable e inevitablemente necesaria", ha dicho el presidente y director ejecutivo de Lamborghini, Stefano Domenicali.
En este sentido, Lamborghini tendrá un cuarto modelo en su gama en 2025: a los dos superdeportivos y el SUV se le unirá una berlina cuatro puertas que será previsiblemente el primer coche eléctrico de la marca.
También se ha establecido una colaboración de tres años con el Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT para establecer nuevos principios de diseño para materiales de batería de alto rendimiento que se puedan integrar en la estructura del vehículo.
Una línea de investigación que se inició con el Terzo Millenio y que la Universidad de Tecnología de Chalmers, Suecia, puso sobre la mesa hace poco más de un año con la posibilidad de que las fibras de carbono pueden funcionar como electrodos de baterías, almacenando energía directamente en el mismo vehículo.