Es domingo por la mañana, te levantas pronto y le mandas un mensaje por Whats Up a esos cuatro amigos que también tienen un Lamborghini Gallardo como el tuyo. La cita queda concertada una hora más tarde en una conocida terraza del centro de la ciudad.
Después de un desayuno ligero, llega el momento para el que habíais quedado, salir a disfrutar de vuestros Lamborghini Gallardo por las carreteras cercanas a la ciudad. Para ello nada mejor que coger la autopista que se dirige al norte, para luego desviarse a la derecha y coger carreteras de montaña.
Pero llevando un Lamborghini Gallardo entre tus manos y estando rodeado de cuatro “gallitos” con tu mismo coche, es sencillo picarse antes de tiempo. Eso es lo que les debió pasar a los conductores de estos cuatro coches en Taiwan. Cogieron la autopista y no encontraron mejor forma de divertirse que haciendo una carrerita entre el resto del tráfico…
El riesgo al que se someten ellos mismo y al resto de conductores de la vía es más que evidente. De repente un coche te adelanta por la derecha a toda velocidad, hace un giro brusco para evitar el coche que rueda por el carril derecho y desaparece en el horizonte a toda velocidad.
Y entonces llega el momento clave, cuando por la izquierda te pasa un Lamborghini Gallardo verde, y por la derecha hace lo mismo un Lamborghini Gallardo naranja. Ambos venían tratando de dar alcance al primero que nos había pasado por la derecha. Y ambos se encuentran con coches en sus carriles.
Así que en lugar de frenar, las dos mentes brillantes deciden ocupar el carril central sin caer en que en un carril, solo cabe un coche. No llegan a tocarse, pero el de la izquierda se asusta al ver llegar a su amigo con el coche naranja por la derecha. Así que un nuevo volantazo y posiblemente el haber “aguecado” el acelerador ante el susto, hace que el coche comience a derrapar.
Finalmente, termina golpeándose contra el muro que separa ambos sentidos de la carretera. Por suerte ningún otro coche se vio implicado en el accidente, aunque a punto estuvo de golpearse contra él otro Lamborghini Gallardo Spyder blanco que venía detrás, y el propio coche que iba grabando.
El próximo domingo, cuando queden habrá uno de ellos que tendrá que ir sentado en el asiento del copiloto. O eso, o la próxima semana pueden quedar con los Porsche…