El conglomerado británico Jaguar Land Rover y el grupo alemán BMW han anunciado hoy una nueva colaboración para el desarrollo de las tecnologías de electrificación del futuro, en busca de los sistemas de propulsión eléctricos de próxima generación.
Según estas dos compañías, el objetivo principal del acuerdo, que prevé una inversión conjunta en I+D, ingeniería y suministros, es avanzar en la tecnología de electrificación de vehículos para impulsar la transición hacia los vehículos autónomos, conectados, eléctricos y compartidos.
Esta colaboración estratégica toma como base la experiencia de los dos fabricantes en materia de coches eléctricos (Jaguar comercializa el I-PACE y BMW el i3, además de diversos híbridos enchufables en ambos casos). BMW, además, produce desde 2013 sus propias unidades de propulsión eléctricas para el pequeño BMW i3.
De hecho, unas de las principales ventajas de los sistemas eléctricos de BMW es que tanto el motor eléctrico como la transmisión o los componentes electrónicos van integrados en un mismo módulo y, además, dicho propulsor no requiere de tierras raras, lo que permite al grupo alemán reducir su dependencia con respecto a la disponibilidad de las mismas.
Esta transición hacia los vehículos del futuro será, según el director de ingeniería de Jaguar Land Rover, Nick Rogers, el mayor reto para el sector de la automoción en toda una generación, y es necesario y fundamental dar una respuesta rápida en este sentido, debido sobre todo al creciente interés por parte de los clientes y al ritmo de avance de las diferentes tecnologías relacionadas.
Juntos pero no revueltos
El acuerdo de colaboración entre ambas compañías permitirá compartir los procesos de investigación y desarrollo (y por tanto también los costes), así como la planificación de productos y las economías de escala del abastecimiento conjunto que, de nuevo, facilitarán una menor inversión individual para los dos fabricantes.
En cualquier caso, desde Jaguar Land Rover aseguran que, si bien las unidades de propulsión eléctrica (EDU) se desarrollarán de manera conjunta, cada uno de los socios las adaptará a las necesidades de su gama de productos y las fabricarán de manera individual, en sus respectivas factorías. En el caso de los británicos, en la planta de Wolverhampton, en Inglaterra.
Estos sistemas de propulsión eléctrica del futuro estarán basados en la quinta generación de la unidad eléctrica de BMW, que se presentará el año que viene en el BMW iX3 y servirá como base para las evoluciones que se lleven a cabo de manera conjunta con Jaguar Land Rover, de las que se encargarán un grupo de expertos de ambas compañías con base en Múnich.
Cabe apuntar que las dos firmas ya trabajan de manera conjunta con otras entidades. Jaguar Land Rover, por ejemplo, desarrolla junto a Waymo sistemas de conducción autónoma, mientras que BMW trabaja con Daimler en materia de coches autónomos y movilidad compartida, entre otros.
