Si estas pensando en hacer un regalo de Navidad a un familiar o amigo muy petrolhead, quizá lo que te enseñamos hoy te resulte la opción ideal. Se trata de una maleta de viaje de tamaño mediano -con medidas de cabina- con un diseño muy curioso, que replica el de un bidón de gasolina metálico. Puede que no sea la maleta más versátil o espaciosa de la historia, pero... ¿y lo que mola?
Disponible en muchos colores, incluídos un tono rojo que le va al pelo o un verde militar, y desde 139,99€, la llamada G-case también se ofrece en acabado fibra de carbono (899,99€) o con decoraciones de marcas (BMW, VW, etc...). Además, también hay una versión más pequeña y asequible, llamada G-Case Mini, y una nueva variante: la mochila o G-case Backpack.
La G-case está fabricada en Bélgica con metal de 0,8 milímetros de grosor obtenido de bidones de gasolina auténticos, y mide 460mm x 350mm x 160mm, por lo que entra dentro de las medidas de cabina de gran parte de las compañías (si no todas). Cuenta con un asa telescópica, ruedas de goma y se ofrecen diferentes espumas para el interior, para quien quiera transportar objetos delicados, como material fotográfico, por ejemplo.
Otras maletas 'de motor'
A lo largo de los años hemos visto muchas maletas asociadas al mundo del motor, aunque es cierto que más que pensadas para el mercado de los auténticos quedamos o petrolhead, normalmente los juegos de maletas ofrecidos por los diversos fabricantes de automóviles están enfocados más al lujo y los clientes adinerados.
Buenos ejemplos de esto son los set de bolsas de viaje de Rolls-Royce (unos 40.000€) o incluso aquella maleta-coctelera del mismo fabricante de lujo británico. BMW, por su parte, mostraba hace unos años un kit de bolsas de fibra de carbono para el BMW i8, firmadas por Louis Vuitton. Mucho lujo... y pocas nueces.
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