Las energías renovables, aunque necesarias, no siempre son sostenibles -como sabemos que tampoco lo son los coches eléctricos- y su desarrollo a veces avanza en detrimento del medio ambiente y de las pequeñas poblaciones.
En este sentido, el Gobierno ha tumbado la evaluación de impacto ambiental de un macro parque solar ubicado en los términos municipales de Cañada, Biar y Villena, en la provincia de Alicante. Molestias a la población, riesgos para la salud humana y de catástrofe o afección a las aguas son algunas de las conclusiones a las que se ha llegado.
17 solicitudes de implantación de centrales fotovoltaicas en un pequeño municipio
Se trata de Parque Solar Fotovoltaico "Tendetes", que pretende ocupar una superficie total de 431 hectáreas y un vallado perimetral de 52.229 m. El promotor, la noruega Statkraft, calcula que tendrá una potencia instalada de 165 MW y de 172 MWp de potencia pico.
Curiosamente (o no), el Ayuntamiento de Biar ha expresado que la zona ya está saturada de proyectos fotovoltaicos, con 6 parques solares fotovoltaicos aprobados en el término municipal y otras en tramitación, cercanas a al proyecto actual.
En total hay 17 solicitudes de implantación de centrales fotovoltaicas en el suelo del municipio, de menos de 4.000 habitantes, habiendo superado el suelo disponible para este uso
En el informe elaborado por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y publicado ya en el BOE se detalla el impacto ambiental y social que tendrá el parque fotovoltaico, entre los que destacan que "durante la fase de ejecución, se estiman molestias a la población por el incremento del tráfico y de las emisiones de partículas en suspensión, humos o ruidos que conllevan las obras".
"Se producirá una pérdida de productividad agrícola por el cambio en los usos del suelo. Como riesgos para la salud humana, se estiman la merma en la calidad del agua y el aire, y los riesgos de accidentes o catástrofes", detalla el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Además, se señala la afección a varios yacimientos arqueológicos.
El Estudio de Impacto Ambiental indica que el proyecto afectará a la atmósfera y calidad del aire principalmente durante la fase de construcción, a causa de la emisión de gases, polvo y partículas en suspensión, producida por el desbroce de materia vegetal, los movimientos de tierras, el tránsito de vehículos y uso de maquinaria, entre otras actividades. Debido a los trabajos a realizar, en esta fase también se prevén el incremento de los niveles sonoros y la emisión de ruido.
Además, la ubicación del parque solar coincide con un Hábitat de Interés Comunitario. A partir de ahí, son varias las esferas que quedarían afectadas de forma negativa.
Geología y suelo. No se permite la destrucción de los bancales y estructuras agrarias que participen en la función protectora del suelo y que eviten la pérdida por erosión, favoreciendo una mayor infiltración de agua y evitando el aumento de las consecuencias de la sequía.
Agua e hidrología. Se considera posible la afección a la calidad de las aguas por el arrastre de materiales derivados de los movimientos de tierras, o por vertidos accidentales, principalmente de aceites, procedentes de la maquinaria utilizada en la fase de obras.
Atmósfera y clima. El proyecto afectará a la atmósfera y calidad del aire principalmente durante la fase de construcción, a causa de la emisión de gases, polvo y partículas en suspensión, producida por el desbroce de materia vegetal, los movimientos de tierras, el tránsito de vehículos y uso de maquinaria, entre otras actividades.
Paisaje. En cuanto a la línea de evacuación, la afección por su gran longitud, las características de una línea de tal potencia y el incremento del impacto generado por tramos en que se acumula con otras líneas eléctricas, dificultarían significativamente y pueden imposibilitar que se garantice la menor afección sobre los paisajes de elevado valor, así como la integración paisajística y visual.
El promotor ha propuesto medidas para reducir estas afecciones; algunas de ellas son humedecer las zonas afectadas previamente a los movimientos de tierra, dotar de lonas cerramientos los vehículos de transporte de material polvoriento o limitar la velocidad de circulación a menos de 30 km/h.
Curiosamente, grupos como Ecologistas en Acción del País Valenciano votaron a favor en la ronda de consultas. Y aunque el informe desfavorable no es recurrible, irá al órgano que decidirá si se autoriza o no.
¿Ganarán las llamadas energías limpias o el medio ambiente?