EEUU busca expandir la extracción de tierras raras, necesarias para fabricar las baterías de los coches eléctricos, en un momento muy complejo en la cadena de suministro.
En un movimiento que recuerda a la era Trump y con el objetivo de "abordar amenazas a la seguridad nacional" estadounidense, un grupo de senadores ha pedido a la Administración Biden que invoque la Ley de Producción de Defensa para acelerar la producción de materiales para baterías.
We should not be held captive by foreign nations, like Russia & China, for critical minerals crucial to our daily lives. We must reduce that vulnerability & work w/our allies to establish a reliable critical minerals supply chain while also removing roadblocks here at home. pic.twitter.com/MjlopnKZsi
— Senator Joe Manchin (@Sen_JoeManchin) March 10, 2022
Según explica Bloomberg, la carta enviada a la Casa Blanca está firmada tanto por demócratas como por republicanos, y alude a "garantizar una extracción y un abastecimiento responsables" de tierras raras.
De paso, y con el conflicto Rusia-Ucrania de fondo, están pidiendo que se incremente la producción de petróleo y gas en EEUU.
La Ley de Producción de Defensa es una Ley Federal de los Estados Unidos promulgada en 1950 en respuesta a la Guerra de Corea y como forma de garantizar la producción y el funcionamiento de industrias esenciales.
Al invocarla, se pretende acelerar la producción nacional de materiales para baterías de iones de litio, en particular grafito, manganeso, cobalto, níquel y litio, ante su gran dependencia de China.
Los datos del Servicio Geológico de EEUU muestran que China representó el 78 % de las importaciones de tierras raras a los EEUU entre 2017 y 2020. Minerales como el praseodimio y el neodimio son esenciales para fabricar los imanes permanentes usados en los motores de los coches eléctricos y las baterías.
Ley de Producción de Defensa, que supone poderes especiales para el presidente. es la principal fuente de las autoridades presidenciales para agilizar y expandir el suministro de materiales y servicios de la base industrial estadounidense necesarios para "promover la defensa nacional".
La última vez que se invocó fue en marzo de 2020 para obligar a empresas como General Motors a iniciar la producción de respiradores.
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