España y Portugal han alcanzado un acuerdo con la Comisión Europea para poner tope al precio de la electricidad de forma inmediata. Se hará mediante una medida temporal, que durante un año establecerá un precio medio de 50 euros el MWh para el gas y el carbón (casi la mitad de los precios actuales), en lugar de los 30 euros el MWh que buscaban ambos.
Este acuerdo conseguido entre la denominada “excepción ibérica” desde el pasado mes de marzo y Bruselas, favorecerá a aquellos consumidores españoles que poseen la tarifa regulada (aproximadamente el 40 %) y que verán bajar el importe de la factura de la luz.
Mediante este acuerdo también se contempla cómo impactarán estos precios peninsulares en las exportaciones con Francia, que finalmente serán los mismos que en el resto de la UE.
Lo que implica ‘la excepción ibérica’
"En consonancia con las conclusiones del Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo, la Comisión apoya los esfuerzos de España y Portugal para ayudar a la economía en un contexto de precios de la energía elevados en toda la UE tras el ataque injustificado de Rusia a Ucrania”, dicen desde Bruselas.
Y es que el mes pasado la UE reconoció un tratamiento especial a España y Portugal que les permitía solicitar de manera excepcional y temporal una limitación al precio del gas para consumidores, industria y empresas con el objetivo de dar un respiro a los ciudadanos en un momento muy complicado en el que estamos pagando la electricidad más cara de la historia.
Que España y Portugal sean considerados “como una isla energética” es un hecho que viene motivado porque la Península Ibérica tiene muy poca capacidad para intercambiar energía con el resto de países europeos. Solo está conectada con el resto del Viejo Continente por los Pirineos, lo que hace que el intercambio de gas y energía no sea sencillo.
A esto hay que sumar que las líneas y subestaciones eléctricas que facilitan el intercambio (las vías de llegada de la energía) a España y Portugal escasean. Ejemplo de que a nuestro país le falta infraestructura es que España solo tiene cinco enganches eléctricos con Francia, muy por debajo del nivel de interconexión del 15% respecto a su nivel de producción eléctrica que recomienda la UE. Además, solo tenemos un gaseoducto que conecta con los Pirineos.
Un plan para rebajar la factura que se lleva gestado un mes
Aunque España y Portugal solicitaban que el tope de la luz se estableciera en un máximo de 30 euros MWh, tras arduas negociaciones Bruselas no ha aceptado la propuesta hispano-lusa y ha subido el límite hasta un precio medio de 50 euros el MWh a lo largo de 12 meses (un rango temporal con el que sí ha transigido).
Para llegar a ese precio medio, una de las condiciones de la Comisión Europea es que se ponga un precio de referencia de 40 euros el MWh a partir de mayo, para acabar llegando al precio medio de 50 euros.
El precio del gas está ahora en torno a 90 euros el MWh, por lo que con el límite inicial la factura eléctrica se reducirá de forma sensible en el mercado mayorista: desde los más de 200 euros el MWh de estos momentos hasta llegar, previsiblemente, a los 130. Un hecho, que beneficiará sobre todo a los consumidores que tengan contratada la tarifa regulada de la luz.
En torno a este precio medio final fijado para el gas, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, acompañada de su homólogo portugués, Duarte Cordeiro ha declarado que:
“El punto de partida era 30, es obvio, pero en un proceso complejo se han valorado las distintas alternativas y cómo mejorar y ofrecer una respuesta lo más solvente posible. Asimismo, se ha ampliado el plazo para dar cobertura al próximo invierno a los consumidores de gas y electricidad, por tanto, en conjunto es un acuerdo positivo para los consumidores".
Ribera y Cordeiro se han reunido con la comisaria europea Margarethe Vestager, con quien también han abordado la cuestión de la falta de las interconexiones en la Península Ibérica, en un momento en que Francia está abierta a aumentar sus líneas, ya que actualmente el país tiene la mitad de su parque nuclear paralizado.
En este sentido, en la propuesta inicial de España y Portugal se proponía que hubiera una doble tarificación para que la electricidad generada en la Península que entrase a Francia para su exportación no se viera afectada por los precios máximos establecidos para la “excepción ibérica”.
Sin embargo la Comisión, no ha aceptado este punto “para garantizar la integridad del mercado único”, apuntaba Ribera.
“La Comisión Europea ha indicado flexibilidad para no limitar al consumidor francés, que deberá pagar lo mismo que el consumidor ibérico, por eso es tan importante ahora que Francia también acelere las interconexiones con la Península”, apuntaba Ribera.
Se prevé que el acuerdo entre en vigor de aquí a los próximos días, previsiblemente el próximo martes en Consejo de Ministros, pues “aunque las líneas del acuerdo están resueltas tras semanas de trabajo técnico, falta plasmar los cambios en la notificación formal entre España, Portugal y la Comisión”, apunta la vicepresidenta.