Es definitivo: Francia podrá prohibir los vuelos domésticos de corta duración. Y será así porque esta medida, enmarcada en su Ley de Clima, ha recibido el visto bueno por parte de la Comisión Europea (CE).
Este paso es importante porque podría abrir la puerta a otros países europeos a implantar medidas similares respecto a su transporte aéreo, como es el caso de España. Pero también porque supone poner la mirada más allá del coche en lo que toca a limitar el transporte para ahorrar emisiones a la atmósfera.
Y es que, pese a ser un medio colectivo, el avión es el medio más contaminante. O al menos así lo estima la Agencia Europea del Medio Ambiente: por pasajero y kilómetro, en avión las emisiones se fijan en 285 g/CO₂. Muy superior a la de un coche que hace lo propio en 104 g/CO₂ en los mismos términos.
Solo tres rutas cumplen los requisitos marcados por Bruselas
Si bien esta medida se incluyó en la normativa climática de Francia en verano del año pasado, estaba siendo analizada por la CE, que debía determinar si era lícito o no aplicar esta restricción pionera en el Viejo Continente.
La resolución fue publicada el pasado jueves 1 de diciembre, aunque impone ciertas limitaciones a esta restricción que se implantará en nuestro país vecino próximamente. "Que no sea discriminatoria, no distorsione la competencia entre las compañías aéreas y no sea más restrictiva de lo necesario”. Aunque hay más.
Para viajes cortos, con idéntica ruta por tren y durante tres años. En la resolución de la CE, se valida la medida atendiendo al Reglamento Europeo de Servicios Aéreos, donde se permite a los estados miembros "limitar o denegar el ejercicio de los derechos de tráfico" por "motivos medioambientales siempre y cuando existan otros medios de transporte como alternativa".
Es la primera vez que un estado miembro ha apelado a dicho artículo, pues precisamente la normativa francesa partía de eliminar estas rutas nacionales cuando dicho trayecto contase con servicios de tren que lo cubran. Hay que tener en cuenta que el tren es el medio colectivo más respetuoso, al menos en emisiones a la atmósfera.
Esto ha sido clave para recibir el ok por parte de Bruselas, pese a tener al sector aéreo en contra. Esta medida fue recurrida por la Unión de Aeropuertos Franceses (UAF), así como por la rama europea del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI Europa). De ahí que la CE lo sometiera a examen.
Igualmente, como también se recogía en la normativa francesa, solo podrá aplicarse cuando el trayecto en tren sea inferior a dos horas y media. No obstante, se añade que estos trayectos deben ser directos, sin conexiones, y contar con varias rutas al día.
Por último, el organismo comunitario señala que la medida se podrá aplicar durante tres años, momento en el que se analizará el impacto de la medida.
Se eliminarán solo tres rutas, de momento. Con las limitaciones recogidas desde Bruselas, solo hay tres rutas aéreas que cumplen estos requisitos, todas saliendo desde París del aeropuerto París-Orly, tal y como se recoge en este mismo texto.
- París-Orly - Burdeos.
- París-Orly - Nantes.
- París-Orly - Lyon.
En primera instancia, la regulación gala había contemplado hasta ocho. No obstante, si se mejoran las rutas ferroviarias, podrían ser más.
De esta manera, se podrían agregar más rutas: por ejemplo entre París Charles de Gaulle y Lyon, Nantes, Burdeos o Rennes. Pero también para otras ciudades como entre Lyon y Marsella.
Éstas ahora no cumplen los criterios, ya sea porque no cuentan con la suficiente frecuencia en la alternativa en tren o bien porque el viaje en tren supera las dos horas y media. Es por ello que los ecologistas han valorado positivamente la medida, pero la señalan insuficiente, como es el caso de Greenpeace Francia.
¿Cuándo se eliminarán las rutas? Aún no hay fecha prevista para la aplicación de la medida. Hay que tener en cuenta que deben ser sometidas a consulta pública, además de ser revisadas por el Consejo de Estado.
Sea como fuere, según recoge Euronews, Clément Beaune, ministro de Transporte francés, ha señalado que se implantará "lo antes posible".
¿Seguirán otros países europeos los pasos de Francia? Es pronto para decirlo, pero esta posibilidad ya se ha planteado para España desde el Gobierno y en los mismos términos, precisamente mirando de reojo la normativa francesa: que se prohíban los vuelos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas.
Tras el globo sonda, desde el sector aéreo señalaron que esta medida tendría un gran impacto económico, pero casi anecdótico desde un punto de vista ambiental: afectaría a cinco conexiones, lo que se traduciría solo en un ahorro de un 0,9% de las emisiones totales que genera el tráfico aéreo en España.
No obstante, si se mejoran las conexiones de tren, podrían aplicarse a más. Y el Ejecutivo ya ha dejado claro que busca incentivar el transporte público con prioridad para el tren. De ahí los abonos gratuitos de tren para corta y media distancia, que se extenderán durante todo 2023.
¿Y qué hay de los jets privados? Este verano, Francia anunció que estaba trabajando en una regulación para los vuelos privados con la intención de limitarlos bastante.
Entre las medidas propuestas encontramos por ejemplo que este tipo de vuelos privados se hagan públicos y que se acredite y demuestre que no se puede hacer dicho trayecto mediante otro medio. También se ha valorado un incremento de los impuestos para estos viajeros.
Según datos de Eurocontrol recogidos por Le Figaro, los vuelos privados de negocios a día de hoy suponen el 12 % del transporte aéreo en Europa. Casi el doble respecto a 2019.
Y es que en no pocas ocasiones, se han denunciado prácticas de millonarios con sus aviones privados. Es el caso de Kylie Jenner que utilizó su jet para un vuelo de 12 minutos. También ha sido muy criticado desde organismos ecologistas los cerca de 117.000 euros en combustible gastados en dos meses por el jet de Steven Spielberg.
No obstante, el veto completo se antoja complicado: Olivier Véran, portavoz del Gobierno ha señalado que "no se trata de prohibirlos" pero sí ha reiterado que "los franceses no deberían tener que sentir que siempre se les pide a los mismos que hagan esfuerzos".
Llama la atención que las medidas de Francia van en direcciones disonantes. Por ejemplo, también han valorado recientemente limitar las ayudas al coche eléctrico vinculándolas a la renta de los hogares o de bajar su cuantía. Pero claro, en este caso hablamos del tan perseguido transporte privado.