La deriva que ha tomado McLaren en Fórmula 1 cada vez resulta más difícil de justificar. Durante los tres años que duró su alianza con Honda, echarle la culpa a los propulsores les puso las cosas bastante fáciles pero es que ahora ya no tienen excusas. Poner en entredicho que los nipones no estaban al nivel sería disparatado, pero visto lo visto, el problema de McLaren nunca fue solo Honda.
De hecho para encontrar culpables lo mejor sería que hagan autocrítica dentro de sus filas. Con Renault como suministrador de motores los problemas no solo persisten sino que incluso se han agravado. Su presencia en la parte trasera de la parrilla es cada vez más habitual y lo peor es que no parecen tener un gran plan para remontar el vuelo.
Mientras el resto de equipos de la parrilla evolucionan sus monoplazas, en Woking dicen trabajar en evoluciones para la próxima temporada. Sin un radical cambio de normativa, lo más lógico es que parte de esas piezas pudiesen servir para el coche actual, por lo que todo resulta ciertamente poco creíble.
Buenas ideas tienen, pero algo falla
Su problema no se debe a una ausencia de ideas. McLaren tiene dentro del equipo un gran número de profesionales de primer nivel. A pesar de que su coche no ha estado a la altura de lo que esperamos de una formación con su historia, sus coche sigue siendo analizado de cerca por sus rivales.
Mercedes y Ferrari, según ha sacado a la luz el famoso ingeniero Giorgio Piola, habría sacado mucho partido a una solución de alerón ranurado que los británico introdujeron en su F1 por primera vez en 2016.
¿Y qué es lo que falla? Nadie lo sabe con certeza. Si la respuesta a esta pregunta fuese fácil seguro que ya le habrían puesto solución.
Centrados en la Fórmula 1
Dada la situación en la que se encuentra el equipo, en McLaren han optado por dejado a un lado sus planes en la Indycar. Zak Brown, CEO de la compañía, había especulado con ello en numerosas veces en el último año y la retirada de Fernando Alonso parecía ser la confirmación de la noticia pero finalmente no ha sido así.
Se rumorea que quejas internas dentro del equipo podrían haber frustrado los planes del empresario americano. Más aún, en las últimas horas también han desmentido que estén interesados en formar parte del Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) en 2020 con un hypercar.
El mensaje institucional ahora mismo es que están centrados en volver a ganar en Fórmula 1. ¡Y más les vale! Carlos Sainz ha depositado su confianza en ellos para el próximo año y si las cosas no cambian, va a sufrir y mucho.