Hace menos de un mes saltó la liebre: algo se movía en Peugeot Sport. A pesar de los desastrosos resultados económicos del grupo PSA, los recortes de personal y la obligación de ceñirse a la filosofía carreras-cliente para no gastar más de lo indispensable, los hombres de Bruno Famin seguían pensando en una vuelta a la competición. Y Pikes Peak es un proyecto hoy por hoy encima de la mesa según publica hoy L'Équipe. En 2013 se cumplen 25 años de la mítica "Climb dance" del Peugeot 405 T16 pilotado por Ari Vatanen. La prueba estadounidense ha ganado repercusión en los últimos años, especialmente en Francia donde Jean-Pierre Dayraut y Guerlain Chicherit esperan participar este año, y es barata frente a un programa anual. El 208 T16 está de camino pero podría no ser homologado hasta finales de año. En Ginebra, Peugeot va a presentar una versión híbrida del 208. Peugeot Sport busca una manera barata de aprovechar todo lo gastado ya en el proyecto 908 HY que desde el Consejo de Administración paralizaron. No sólo el diario francés dice que ya se ha contactado con Sébastien Loeb y Romain Dumas, entre otros, sino que otros pilotos y un importante patrocinador se han ofrecido a la marca al oír de lejos sus intenciones. Todo encaja... si los peces gordos de PSA aceptan.
Por el momento Bruno Famin se ha limitado a responder a L'Équipe que sus proyectos "aún no están lo suficientemente maduros como para darlos a conocer", y al ser interrogado especificamente por Pikes Peak soltó un lacónico "todavía queda mucho". Eso sí, niega la mayor cuando se le pregunta por el Mundial de Rallyes.
Vía | L'Équipe (edición impresa)