¡Vamos Pechito carajo! Así recibieron en el pit lane a José María López el pasado sábado tras su novena victoria de la temporada. El argentino ya era matemáticamente Campeón del Mundo de Turismos tras un año en el que Pechito partía como el tercero en discordia, completamente eclipsado por sus compañeros de equipo pluricampeones del Mundo, Yvan Muller y Sébastien Loeb. Aunque también es cierto que en el país albiceleste sus compatriotas ya advertían de lo que era capaz de hacer.
A pesar de que sólo necesitaba un cuarto puesto para asegurarse el título, Pechito salió a morder ya desde la sesión de clasificación en la que acabaría con la pole. La carrera del piloto sudamericano fue de libro, con un ritmo muy consistente y sacando entre tres y cuatro décimas de segundo por vuelta a Yvan Muller. Un problema mecánico del francés dejaba aún más cómodo el camino para Pechito, mientras que la lucha por la segunda posición entre los dos pilotos de RML, Hugo Valente y Chilton fue apasionante.
Sébastien Loeb, a pesar de una mala salida conseguiría recuperar posiciones y tras la dura batalla entre Chilton y Valente, se aprovechaba del error de su compatriota en 130R para subir al tercer escalón del podio. La manga del domingo sería otra historia. Esta vez eran los Honda los que estaban preparados para ganar en casa. Gabriele Tarquini ganaría en la carrera con parrilla invertida, dándole la primera victoria al equipo de fábrica esta temporada.
Segundo sería el serbio Dusan Borkovic, piloto del equipo Campos Racing, tras un leve toque con el piloto de Zengo, Michelisz (autor de la otra victoria de Honda esta temporada). El húngaro completaría el domingo de gloria para Honda con el último cajón del podio, mientras que Tom Coronel fue capaz de contener los ataques de los tres Citroën C-Elysèe TC1, ni siquiera un pequeño toque con Yvan Muller detuvo al piloto de RML en su carrera hacia la cuarta plaza.
