La decisión de Nissan de inscribir un prototipo eléctrico en las 24 horas de Le Mans de 2014 bajo la modalidad del Box 56, ese invento del Automobile Club de l'Ouest para dar cabida a nuevas tecnologías en su gran carrera, me parece ante todo cobarde. Quizá esté resentido por la pérdida de horas de sueño esperando el anuncio de la vuelta de la marca nipona a Le Mans con un LMP1 para terminar encontrándome con esto, pero el proyecto de Nissan no me gusta. En primer lugar, creo que se trata una prostitución del espíritu del Box 56, que se supone que debía ser un escaparate itinerante, una fórmula para dar una única oportunidad a una marca distinta cada año de demostrar que la tecnología en la que trabajan no sólo funciona sino que es competitiva. Nissan ya apoyó al proyecto DeltaWing (apropiándose del mismo a ojos de muchos aficionados, pero también multiplicando su popularidad) y concederle dos veces el Box 56 en tres años no sólo es excesivo sino que resta oportunidades a terceros.
Pero más allá de eso, para mí, la exhibición de un coche eléctrico de competición en 2014 me parece un objetivo modesto y poco novedoso. Ya tenemos coches eléctricos de altas prestaciones. Ya tenemos prototipos eléctricos con autonomía suficiente para un stint. Ya hemos visto eléctricos rodar rápido en competición, en Pikes Peak o el Dakar. Y tenemos tecnología suficiente como para permitir un cambio de baterías tan rápido como cualquier repostaje. Pasearse con un vehículo de estas características fuera de reglamento no supone ningún paso adelante (Yves Courage ya se postuló para el Box 56 de 2012 con un LMP eléctrico): la novedad vendría de ver un coche eléctrico luchar de tú a tú, por el triunfo, con híbridos y térmicos.
Dicen desde Nissan que optar al Box 56 con un eléctrico es una muestra de su intención de correr con un LMP1 eléctrico en cuanto estos estén permitidos. Lo siento pero no me vale: el reglamento de 2014 tal y como está escrito ya permite tal cosa, al basarse en la eficiencia energética. Basta con acordar con el ACO y la FIA un consumo máximo por vuelta, el resto es paja.
¿Que necesitan hacer comparaciones de tiempos con el resto de energías? Hay mejores maneras de hacerlo que en carrera y con un coche al que de todos modos no permitirán rodar a pleno rendimiento, pues bajo Box 56 el ACO impone tiempos por vuelta límite: figura pero no molestes. Claro que a Nissan le compensa figurar: inversión menor que compitiendo de tú a tú con Audi, Porsche y Toyota con una repercusión tan grande como la del vencedor, a tenor de lo visto este año con el DeltaWing.
Dicho esto, tened claro que le deseo lo mejor tanto a Nissan, como al GreenGT este año. Creo en las energías alternativas en competición. Pero por ello mismo, iniciativas como la de Nissan se me antojan insuficientes: ya es hora de dar un paso al frente y dejarse de gestos para afrontar la realidad.